Luego de un verano un poco prolongado, finalmente, Mendoza atraviesa un otoño bastante agradable con temperaturas que por lo general alcanzan los 25°C. Sin embargo, cuando se esconde el sol, caen significativamente por lo que, en las primeras horas de la madrugada, el termómetro suele marcar 5°C. Así las cosas, la postal de la primera mañana se repite en todas las calles: mendocinos/as con camperas de abrigo que, al regresar a casa, llevan en las manos. Ahora bien, ¿cuál es el impacto real de los cambios de temperatura?¿es el frío lo que enferma a las personas? En el inicio del mes de mayo, ¿ya hay circulación de virus importantes como el de la gripe en nuestra provincia?
Alfredo Morán, jefe provincial de Enfermedades Respiratorias Crónicas y Tuberculosis, del Ministerio de Salud de Mendoza dio respuesta a estos y a otros interrogantes. Además, se refirió al impacto de la época en las alergias y la relación con otras afecciones.
“Lo importante de las enfermedades respiratorias, es que habitualmente se ven afectadas por cambios de temperatura, de clima y/o de estaciones porque en Mendoza tenemos pacientes que generalmente tienen una base alérgica y esa es una base que impacta en todas las enfermedades respiratorias. Esto implica que, cuando se producen estos cambios, los pacientes presentan síntomas o, como decimos nosotros, se reagudizan”, comenzó a explicar Morán.
“Hay una muy importante, y justamente, estamos en el mes de esa enfermedad: se trata del asma. La Organización Mundial de la Salud, la define como una enfermedad crónica de la vía aérea que, en el mundo, a 9% de los niños/as, 11% de los adolescentes y 6.6% de los adultos. Tenemos que tener en cuenta que hay algunas regiones que tienen o presentan más asma que otras y dentro de Argentina, cuatro millones de personas padecen asma, de los cuales 15.000 personas por año requieren internación. Digamos que es un número bastante elevado, porque cuando hablamos de las internaciones en asma, por ahí se piensa que simplemente con un tratamiento debería resolver su situación, pero hay que tener en cuenta que no lo tienen o no cumplen, lo cual implica que tenemos 400 muertes al año por asma. Esto es un dato sumamente importante porque realmente es una enfermedad tratable. No podemos decir que es curable porque es una enfermedad crónica de la vía aérea pero sí que se puede tratar y realmente con muy buenos resultados”, sumó.
Otros clásicos de la época
Existen otros tipos de enfermedades respiratorias muy comunes en la época. Algunas de estas son: bronquitis aguda y crónica (EPOC), gripe y la rinitis crónica, por mencionar ejemplos.
“Tenemos dos tipos de bronquitis: una bronquitis aguda y la crónica, a la que llamamos EPOC, enfermedad pulmonar obstructiva crónica, que tiene que ver directamente con la afección crónica de la vía aérea. Es parecida al asma solamente que, en este caso, tenemos un agente causal que es el tabaquismo. Más del 80 por ciento de los pacientes con enfermedad pulmonar crónica tienen antecedentes de tabaquismo o exposición pasiva al humo de tabaco o exposición ambiental”, expuso Morán.
“Además, tenemos la gripe y la neumonía, por ejemplo, que también son dos clásicos del invierno. La gripe es una epidemia que se presenta todos los años y puede afectar a cualquier persona, desde niños a adultos, y para combatir posibles complicaciones, ya se puso en marcha la campaña de vacunación con prioridad en los grupos de riesgo”, agregó.
Enfermedades respiratorias en Mendoza: reporte de situación
Morán señaló que todavía “no ha habido un disparador que esté saturando las guardias de los hospitales dentro de lo que son las enfermedades respiratorias pero sí, siempre pasa, todos los años. Obviamente la vacunación busca siempre evitar los casos muy severos de la enfermedad”.
“Si yo me vacuno contra la gripe, no la voy prevenir al 100%, pero en un paciente mayor de 65 años con insuficiencia cardíaca, hipertensión pulmonar y/o diabetes, es importante porque lo ayudará a afrontar su enfermedad sin la necesidad de una internación. Esta es una de las cosas más complicadas y que siempre pasa, todos los años en Argentina: no sólo se suele saturar la guardia sino también la internación. Entonces, cuando uno tiene una muy buena campaña de vacunación, en la cual la población también accede a las vacunas, generalmente lo que hacemos es evitar este tipo de complicaciones y ocupación de camas, tanto en sala general como en terapia intensiva y por supuesto también las guardias, lo cual es muy importante”.
El frío, ¿enferma?
Cuando bajan las temperaturas, muchas personas comienzan a sentir temor de enfermarse solamente por el hecho de que hace frío, pero, ¿realmente enferma?
“Lo que puede suceder con el frío es que me induzca más una rinitis, algún tipo de resfrío común, no viral. Cuando hace frío, hay que tener en cuenta lo mismo que se recomendaba durante la pandemia por Covid: la ventilación; porque en lugares totalmente cerrados, si hay una persona que está enferma, se pueden contagiar muchas”, indicó Morán.
“Sin embargo, lo cierto es que no voy a tener, por ejemplo, una gripe o una neumonía, porque hace frío. Por ahí, puede ser un poco distinto en pacientes que con exposición al frío pueden desencadenar una crisis de asma por eso es bueno que estén controlados. Cuando hablamos de gripe, tengamos en cuenta que la provoca un virus. Es importante ser precavido y vacunarse durante las campañas de vacunación tempranas, especialmente, para los grupos de mayor riesgo y sanitarios. La pandemia ha dejado la enseñanza de la importancia de la prevención, ventilación y recambios de aire en los espacios, también la de usar el barbijo y aislarse si se presentan síntomas respiratorios importantes”, cerró el profesional.