Un 21 de septiembre de 1935, se creó la Asociación del Personal de Hospitales y Sanatorios Particulares de la Ciudad de Buenos Aires, hecho considerado como el primer triunfo de la lucha por el reconocimiento de derechos laborales de los trabajadores de la salud. Seis años después, en la misma fecha se fundó la Obra Social del Personal de la Sanidad Argentina. Fue entonces, cuando se instauró oficialmente elDía de la Sanidaden Argentina.
Patricia Irrutia, secretaria general de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad (ATSA) reflexionó sobre la fecha que los/as que trabajadores de la salud conmemorarán este jueves a las 10 en una misa en la Basílica de San Francisco y luego, con un acto en la plaza San Martín, en Ciudad. Sólo funcionarán los servicios de guardias de hospitales y centros de salud.
“Lo celebramos y lo conmemoramos porque es mucho más profundo, más aún después de una pandemia. Cuando hablamos de la sanidad recordamos que, en cualquier contexto, sin salud nadie puede trabajar, es un aspecto crucial de la vida de todas las personas. Entonces, tiene una historia y una particularidad que hace que en este día festejemos todo el equipo de salud, porque aquí hay médicos, enfermeros, camilleros, administrativos, cada uno/a con sus tareas y roles, son fundamentales”, señaló Irrutia.
En el Día de la sanidad, análisis y reflexión
“En el 2020, a las 9 de la noche, había aplausos para los trabajadores de la salud, no mucho antes nos enterábamos de que la gente nos tenía miedo porque llevábamos supuestamente el virus del hospital a sus casas. Fue horrible lo que vivimos como sociedad. El mundo se paralizó, pero- y sin dejar de tener en cuenta a los docentes, policías, choferes de micro, periodistas, a esos grupos también esenciales- fuimos nosotros los que pusimos, literalmente, el cuerpo”, expresó.
“La verdad es que la salud de Mendoza, mejor dicho, los trabajadores del sistema de salud de la provincia no están bien porque perdimos en el 2020 perdimos un 36% de aumento en un año en que todo el mundo se puso en pausa, y que los únicos a trabajar, pero con el corazón, alma y vida, fueron los trabajadores de la salud y este virus dejó en el camino muchísimos compañeros que murieron trabajando por la sanidad”, agregó Irrutia.
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Patricia Irrutia, secretaria general de ATSA.
Foto: Yemel Fil
Pasaron tres años desde la pandemia y para la secretaria general de ATSA, la situación no mejora y, de hecho, se torna cada vez más injusta. “Ahora, en septiembre del 2023, donde tenemos revisiones salariales, donde nos aumentan el salario, pero con la base de cálculo de diciembre, no sobre lo que nos aumentaron hace un mes atrás, seguimos perdiendo el poder adquisitivo”.
“Entonces, estamos muy mal y por eso es que un médico que pasa años y años estudiando, llegan finalmente a trabajar y resulta que no ganan ni 200 mil pesos. El pasado 13 de septiembre, en el Ángel Bustelo egresaron 300 enfermeros y 200 compañeros la carrera de Tecnicatura Superior de Administración de Salud del Instituto de Capacitación de Sanidad e Investigación del Personal de Sanidad (Idipsa) y es un orgullo ver a la juventud volcando su vida hacia la sanidad pero luego, vemos que cada vez hay menos enfermeros y cada vez hay menos médicos porque les pagan menos. Entonces, ¿qué va a ser de nosotros cuando los chicos cuando nos tengan que cuidar? Sólo con el aplauso no alcanza”, cerró.