Fotos: así abandonaban los jugadores de rugby francés la prisión para cumplir la domiciliaria
Los jugadores de rugby, Oscar Jégou y Hugo Auradou, acusados de abuso sexual, abonaron diez millones de pesos de fianza.
Los rugbiers abandonaron la Estación Estrada a las 17.
Foto: Cristian Lozano
La Justicia le otorgó el beneficio de prisión domiciliaria a los jugadores de rugby Oscar Jégou (20) y Hugo Auradou (21), que fueron imputados por abusar sexualmente a una mujer de 39 años, en un hotel de cinco estrellas ubicado en Ciudad. Los acusados se alojarían en una casa de la Quinta Sección. El beneficio lo tuvieron luego de abonar cinco millones de pesos cada uno.
Los deportistas se retiraron de la Estación Estrada cerca de las 17 y se subieron a un Peugeot 207, que pertenece a la Penitenciaria. Cabeza gacha y con capucha lucían y también se pudo ver que en sus manos llevaban bolsas de nylon con sus pertenencias.
El abogado Rafael Cúneo Librarona presentó todos los recursos para que los deportistas tuvieran este beneficio. Uno de los pasos que demostró fue que estaban todas las condiciones ambientales para que los jóvenes estuvieran allí.
"Teniendo en cuenta el nivel de prueba alcanzado y la inexistencia de riesgo procesal, resulta viable el otorgamiento de la detención domiciliaria con una caución personal para cada uno de ellos. Asimismo, ambos contarán con pulseras de movimientos", informaron desde el Ministerio Público Fiscal.
Traslado rugbiers, prisión domiciliaria
Los deportistas se ocultaron de los periodistas que los estaban esperando.
Foto: Cristian Lozano
La prueba principal fue la conexión de Internet para que pudieran rastrear la pulsera magnética que les colocarán en el tobillo a los acusados. Asimismo, este lunes realizaron las pericias psicológicas a los acusados y a la mujer que vive en la casa en cuestión para aprobar si estaban en condiciones de este beneficio.
Este miércoles le tocó el turno de declarar a la amiga de la denunciante que estuvo con ella en el boliche y habría sido testigo del encuentro con los acusados. Su testimonio es fundamental para esclarecer en la causa debido a que fue testigo de todo lo ocurrido.
Otra declaración importante fue la del chofer de Cabify que la buscó en el hotel y la llevó hacia su casa. Sin embargo, no pudo aportar mucha información, solo dijo que la había recogido a las 8.30 del domingo y lo catalogó como "un viaje normal".
El hecho de abuso sexual y la denuncia
Una mendocina de 39 años se acercó a una oficina fiscal y erradicó la denuncia sobre el hecho que sufrió. En su relato contó que conoció al agresor en un boliche de Maipú y, según lo que expresa el parte policial de la Policía Federal, se habría sentido somnolienta por una bebida que tomo en ese local bailable. Ella aceptó ir al hotel con uno de los sospechosos.
En la habitación del ostentoso resort fue donde vivió el calvario, en donde fue víctima de varios golpes y de abuso sexual, según manifestó en la denuncia