La estabilización de la economía Argentina sigue siendo la prioridad del cada vez más influyente Ministro de Economía, Sergio Massa, que se ve fortalecido en el armado político del Frente de Todos por el apoyo de la Vice Presidenta de la Nación que sigue siendo la principal aportante de votos en el espacio oficialista.
La corrida cambiaria que logró controlar el gobierno sobre el finde semana no fue estéril y dejo el barco averiado y las averías se llaman enfriamiento de la economía, inflación y nueva caída del poder adquisitivo de los salarios profundizando la desigual distribución de la riqueza que produce nuestra economía, como dijo (una vez más) la vicepresidenta el crecimiento se lo llevan 3 o 4 vivos.
Mientras este sábado el equipo de Sergio Massa busca apurar la renegociación del acuerdo con el FMI para liberar el flujo de dólares a las arcas del BCRA, el propio ministro buscar anclar las expectativas inflacionarias negociando a todo vapor con sindicalistas, movimientos sociales y empresarios y sus cámaras.
La preocupación no es menor, en la Secretaria de Comercio ven en vivo y en directo como los precios de los alimentos no paran de aumentar y en abril según las consultoras privadas que siguen el comportamiento de las góndolas informan aumentos entre el 9 y el 10 por ciento mostrando que no hubo desaceleración alguna después del pico de marzo
Las millonarias multas a Danone y Coca Cola que aplico el viernes Comercio después de certificar que los aumentos de sus productos en los comercios de cercanías llegaban al 32.5% bien lejos del 3.2 acordado con el Gobierno suena a aspirina para el cáncer, pero por lo menos muestran que el Gobierno parece comenzar a actuar contra los incumplimientos flagrantes de los acuerdos voluntarios que firmaron las empresas.
Las negociaciones de Argentina con el FMI predominan la escena, mientras que localmente se intenta recomponer la relación precios ingresos y cortar definitivamente la corrida del dólar
El apuro del Ministro por tratar de sentar en la mesa a todos los actores no es una casualidad sino una causalidad de la corrida, en la continua suba de los alimentos de abril ni siquiera está reflejada la corrida de fin de mes que desató la especulación al máximo y llevó a la desaparición de precios y mercaderías de las góndolas y mostradores.
La gran incógnita es que se discutirá en esas mesas, solo para la corrida y dejar congelada la situación de desigualdad o también si el sector ganador por goleada abrirá la billetera para recomponer salarios que al fin al cabo también será beneficioso para ellos porque es dinero que se vuelca al consumo directamente.
Para que no haya dudas de la situación el INDEC oficializó ayer que los salarios en febrero volvieron a perder contra la inflación. Mientas que esta fue del 6.6 las remuneraciones en promedio solo crecieron el 6%. De febrero 2022 al mismo mes del 2023 los salarios crecieron poco más de 97 puntos mientras que la inflación supero el 102 por ciento. Claramente los salarios siguen perdiendo, menos que en la gestión anterior pero siguen perdiendo por lo que uno de los grandes objetivos que planteo el presidente en su asunción no se logró ni por asomo.
La complejidad local y la necesidad de reacordar metas y desembolsos con el Fondo Monetario es uno de los grandes temas de la actualidad económica y política argentina, sin embargo hay escenarios que se repiten. Una vez más el país está en una condición impensada y ventajosa para negociar con el FMI. ¿Podrá aprovecharla?
Aunque no salga en los medios la situación de la economía estadounidense y de su sistema financiero sigue muy complicada y eso explica las “vistas gordas” del Fondo ante la acción argentina para para parar la corrida bien lejana las tablas sagradas del organismo internacional.
Esta semana el First Republic Bank uno de los mas grandes bancos americanos fue declarado al borde de la quiebra mientras la Reserva Federal, el Tesoro y FDIC ( el fondo de garantía de depósitos estadounidense) están manteniendo conversaciones para buscar una salida para la entidad. En febrero su valor era de 25 mil millones de dólares, hoy es casi cero y el FDIC se prepara para colocar al banco bajo administración judicial de manera inminente porque se agota el tiempo para buscar rescate privado. ¿Qué pasó? con la suba de las tasas implementadas por la FED, sus márgenes de ganancia cayeron y el mercado lo crucificó.
El propósito de las autoridades estadounidenses es el de implicar al capital privado, como vía de evitar nuevas inyecciones de fondos desde la Reserva Federal mientras se debate la conveniencia de elevar o no la cobertura de los depositantes. Sin embargo el “capital privado” parece haber hecho su último aporte con los 30 mil millones de dólares que aporto al First un grupo de bancos liderados por el JP Morgan y que evidentemente no resulto.
La pregunta es tan simple que parece mentira que esos grandes genios de las finanzas no se la hagan. ¿Por qué tendría resultado un aporte de rescate de tal magnitud si las condiciones estructurales que llevaron al fracaso no cambian?
La crisis que el gobierno de los Estados Unidos, los centros de poder financieros y los organismos internacionales se empeñan en ocultar es de tal magnitud que desde febrero cayeron los bancos ubicados en el puesto 14, 16 y 29 entre los más grandes de USA y la situación amenaza con llevarse alguno más.
Este es el contexto mundial que supera a la crisis interna y pone a la Argentina una vez más en una fortaleza inedita para negociar con el FMI y los Estados Unidos. El problema es que muy pocos funcionarios del oficialismo y dirigentes argentinos en general toman nota de la situación. Su acervo cultural colonialista parece más fuerte que la realidad a la que ven con los mismos ojos con que la ven los funcionarios del Norte. En este contexto aparece otra pregunta obvia. Si todos ven con los mismos anteojos ¿Qué puede salir mal?