Con la experiencia de la gestión estatal en la vitivinicultura a través de la bodega municipal de Junín, durante su gestión al frente de la comuna, el vicegobernador Mario Abed opinó sobre la posible intervención de Vicentín, que tiene activos en Mendoza.
"No creo que lo de Vicentín sea la decisión final. Nosotros trabajamos 8 años el tema y además compramos la bodega, con lo cual no sería comparable. En cualquier caso implica hacerse cargo de la deuda con los proveedores, estoy convencido de que hay que estar al lado de ellos", analizó Abed en diálogo con el programa "Nada Simple" de Radio Andina 90.1.
La referencia del vicegobernador pone distancia entre lo que considera distintas modalidades para avanzar en el desembarco del Estado (nacional o provincial) en el mercado. Es que Raíces de Junín, la bodega en manos del municipio, fue adquirida en 2018 con su pasivo como una forma de jugar en el negocio del jugo de uva, lo que algunos comparan con el rescate que durante la década del `50 el entonces Gobierno de Mendoza hizo de la ex Bodegas Giol al comprar el 51% de su paquete accionario.
En cuanto al holding industrial santafesino, si bien adquiría materia prima y elaboraba a través de terceros dió un paso firme para tener presencia directa en el negocio vitivinícola desde 2016. Primero fue con la compra de la ex bodega Sottano (hoy Vicentín Family Wines), y luego tras adquirir la mostera Viñas Argentinas (ex Cartellone) en Lavalle, que actualmente aparece en la órbita de los negocios del grupo como Juviar.
Ambas unidades son parte del concurso de acreedores que llevaba adelante Vicentín hasta la decisión del Gobierno nacional de intervenir la firma. Y aguardan definiciones para saber cuál será su suerte.