Cerca de 260 bodegas de diferentes provincias productoras enviaron una carta abierta al ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Basterra, para manifestar su desacuerdo "con el reciente aumento de la contribución obligatoria a la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR)" del 30,1%. Y al mismo tiempo pidieron que el Gobierno decrete la suspensión de ese pago.
La nota es un capítulo más en el conflicto existente entre Coviar y Bodegas de Argentina, que representa a más de 250 bodegas del sector muchas de las cuales firmaron el petitorio. La cámara, tras la elección de José Zuccardi como nuevo presidente de la corporación,
se apartó de la Corporación
conformada por el sector privado y público.
En la carta se advierte que la suba del 30,1% de la contribución "se produjo durante el transcurso de la pandemia, ignorando la crítica situación que atraviesa la industria en estos momentos". Al respecto, si bien según el INV las ventas de vino al exterior crecieron un 36% interanual en abril, las firmantes argumentan "una caída abrupta de ventas en el mercado interno y externo por retracción del consumo, agravado por cierre de restaurantes, bares, hoteles y vinotecas".
Entre los firmantes, que lo hacen como empresas individuales y no bajo el paraguas de ninguna entidad, hay bodegas de distinto perfil y también cooperativas como Cape (Cooperativa Agraria de Productores del Este), la Vitivinícola San Martín, Raíces de Junín, de gestión municipal y fundado por el ex intendente y actual vicegobernador, Mario Abed. También firmaron la misiva algunas "grandes" y referentes de Bodegas de Argentina, como Trapiche, Chandon, Norton, Bianchi y Catena.
En la nota, le pidieron a Basterra que interceda ante el Gobierno nacional para que decrete la suspensión de la contribución (o la obligatoriedad de la misma) que pagan las empresas a la Coviar, dispuesta por la ley 25.849 y que el Instituto Nacional de Vitivinicultura no paralice a los establecimientos que incumplan con el pago.
Entre los fundamentos, también se menciona la "dificilísima situación" que atraviesa el sector vitivinícola, especialmente "la gran mayoría de pymes familiares, estando las mismas en un nivel mínimo de subsistencia", que, según dice la nota "procuran su continuidad y la de los miles de puestos de trabajo que dependen de ellas".