Un joven de 28 años fue asesinado de un balazo en Guaymallén y la Justicia ordenó la aprehensión de su pareja, por contradicciones en su testimonio.
Un joven de 28 años fue asesinado de un balazo en Guaymallén y la Justicia ordenó la aprehensión de su pareja, por contradicciones en su testimonio.
El hecho ocurrió a las 10 cuando Nicolás Ferreyra recibió un disparo en el abdomen. Su concubina, de quien no trascendió su identidad, dijo que el hombre fue atacado en Avellaneda y Pedro Molina de ese departamento, pero las pericias demostraron que la víctima fue ejecutada en su casa, sobre calle Almafuerte.
Ante esto, la Justicia ordenó la aprehensión de la fémina y de un familiar cercano del hombre asesinado, hasta que se aclare cómo ocurrió el hecho. Horas después el hombre recuperó la libertad y todas las sospechas recayeron sobre la mujer.
Según contó la mujer, el hombre había discutido con ella por lo que se retiró de la vivienda. Minutos después se escucharon detonaciones de arma de fuego y al salir a la calle, encontró a su pareja tendida en el piso.
Sin embargo, las primeras pericias de Científica descartaron esta versión. Los sabuesos encontraron un disparo en una puerta de la vivienda. "El tiro se efectuó desde el interior de la casa hacia afuera", ratificó uno de los sabuesos a este diario.
Lo cierto es que tras el ataque, Ferreyra fue llevado al hospital Central en un auto particular, por su concubina y otro familiar.
Al no poder aclarar cómo ocurrió el hecho, la sospechosa quedó "detenida", a disposición de la Justicia. En las próximas horas se podría aclarar su situación. Cabe recarodar que el fiscal de Homicidios, Santiago Garay, tiene 48 horas para decidir su imputa o no a la mujer.
Mientras, trascendió que Ferreyra murió por un disparo en el abdomen y que falleció cerca de las 15, cuando los médicos del Central intentaban salvarle la vida. El hombre, con antecedentes penales, vivía con su mujer y no tenía hijos.