El peronismo mendocino afronta momentos de intensa rosca política y la renuncia del diputado Gustavo Majstruk del bloque de diputados del Frente para la Victoria no hizo más que terminar de mover el avispero. Es que el principal partido opositor, en su búsqueda por levantar la guardia luego del duro golpe que le dieron las urnas en 2015, tiene elecciones internas antes de fin de año y la fecha límite para presentar candidatos se cumple en menos de tres semanas. ¿Las opciones para evitar que la sangre llegue al río? Triunvirato o un "viejo conocido".
El plazo máximo de los distintos sectores internos del peronismo local para presentarse como opción para conducir el partido vence el próximo 26 de septiembre. Con la cuenta regresiva en marcha, desde todos los espacios admiten la necesidad de llegar a un consenso, pero también admiten que por ahora el acuerdo absoluto es lejano y plantean alternativas que eviten el enfrentamiento directo.
Tal como anticipó Sitio Andino durante la semana pasada, en el PJ las negociaciones se intensifican con el paso de los días y los teléfonos no paran de sonar entre los principales exponentes partidarios. Sin embargo la idea de que el enjambre peronista se ordene y nombre a un dirigente por consenso como conductor del partido parece lejana. Todos admiten que es necesario el acuerdo, pero nadie cede.
Con este marco las neuronas de los armadores políticos del peronismo no paran de trabajar y buscan alternativas para dejar a todos contentos y evitar así el enfrentamiento en las urnas. Las opciones que se manejan son varias y van desde un triunvirato hasta despertar a un gigante dormido para que conduzca los hilos del partido, por lo menos hasta las legislativas del año próximo.
La idea del triunvirato busca que el partido sea manejado por un trío de dirigentes con amplio reconocimiento interno. La idea es que tanto el sector azul como los hermanos Félix de San Rafael y los adeptos a la gestión de la ex presidenta Cristina Fernandez de Kirchner (La Cámpora, entre otros) tengan una silla en la mesa chica.
El posible triunvirato seduce, pero no termina de convencer. Algunos ven con buenos ojos la posibilidad de que todos los sectores se ven representados, pero otros aseguran, con razón, que esa medida no resolvería el problema de conducción que tiene el partido de Perón. "Justamente lo que buscamos es arreglar el desorden, que alguien mande y se termine la acefalía actual, no seguir dividiendo a los justicialistas de Mendoza", indicaron, fuera de micrófono, desde uno de los sectores justicialistas.
La otra idea, por estas horas, es la que reúne mayor aceptación. Se trata de la posibilidad de que el nuevo presidente de peronismo local, en remplazo de Carlos Ciurca (Francisco Pérez ya dirimió) sea un "viejo conocido" del peronismo. Buscan que el nombre sea el de alguien que no esté demasiado identificado con ninguno de los 3 sectores principales de la interna y que él sea el encargado de ordenar a la tropa.
Los nombres en carpeta son muchos, muchos de verdad y van desde ex gobernadores (Arturo Lafalla) hasta ex funcionarios como Juan Marchena y Roberto Roitman. Por ahora ninguno termina de conformar a todos los espacios justicialistas, pero el tiempo corre y si algo une a los "compañeros" es que nadie quiere verse las caras en elecciones internas.