Boulogne Sur Mer

"No toda la gente que está en prisión está perdida"

Es el testimonio de algunos los presos que se desempeñan en el taller de carpintería y que preparan juguetes para regalar el Día del Niño. Su opinión sobre su situación, la visión que tiene la sociedad sobre ellos y el desafío de la reinserción social.

"Somos personas, lo único que queremos es que nos reconozcan como tales". Este fue uno de los primeros testimonios de uno de los internos que pasan sus días en el penal Boulogne Sur Mer, que trabajan en el taller de carpintería y que espera que pueda cambiar el pensamiento que tiene gran parte de los mendocinos con respecto a los hombres y mujeres que están presos.

Desde hace ya tres años, en las tres penitenciarías de Mendoza, para la época del día del niño cerca de 450 presos fabrican juguetes y los donan a guarderías, hospitales y escuelas de la provincia.

Cristian Lozano
Vista panorámica del taller de carpintería del penal de Boulogne Sur Mer. Los funcionarios indicaron que falta más inversión en maquinarias.

Algunos internos, que trabajan en el taller de carpintería, indicaron que estos trabajos que realizan “son una manera de expresar a la sociedad que no toda la gente que se encuentra en prisión está perdida, sino que hacemos lo posible por progresar y realizar mejor las cosas”.

“Sabemos que mucha gente nos discrimina por estar en la cárcel, pero es un desafío nuestro cambiar su pensamiento, y que comprendan que somos personas que nos equivocamos”, agregaron.

Cristian Lozano
En acción. Cada uno cumple un rol específico en la fabricación y el armado de los juguetes.

Es por este motivo que pidieron que no se tapen sus caras en las fotografías, “para que nuestras familias y la sociedad entera conozcan cómo vivimos acá, qué trabajos hacemos y sepan que queremos volver a tener dignidad”.

Por otro lado, si bien dejaron en claro que asumen su responsabilidad en los delitos que cometieron, consideraron que han sido “víctimas de un sistema” que los dejó a un lado y no les dio contención cuando estaban en situación de vulnerabilidad.

“El problema es cuando no tenés a una figura familiar o al Estado presente cuando sos pibe, para que te puedan decir qué está bien o qué está mal. La mala junta y la droga hace que vos hagas cosas de las cuales en un futuro te vas a arrepentir”, opinó uno de los internos.

Cristian Lozano
Cientos de juguetitos serán repartidos en hospitales, guarderías y escuelas de la provincia.

Sin dudas que aquellas personas que por diferentes circunstancias violaron las leyes y cometieron delitos deben cumplir con su condena. Pero todo complejo penitenciario, en primera instancia fue construido –se supone- para cumplir con un gran objetivo, que es reinsertar a estas personas en la sociedad para que vivan en libertad, puedan a acceder a un trabajo digno y no vuelvan a reincidir en el delito.

¿Es posible alcanzar dicho objetivo? Desde la Unidad de Producción de Boulogne Sur Mer, indicaron que “se hace todo lo posible para enseñar oficios a los presos, para que estudien y también tengan las mayores herramientas para que puedan salir en un futuro a la calle y tengan un trabajo digno”.

Sin embargo, los internos comentaron que no se puede pensar en una reinserción teniendo en cuenta en las condiciones que viven en las cárceles y además que lamentablemente la situación con la que se encuentra un preso que recuperó la libertad no es la mejor, ya que “sufren de discriminación porque ninguna empresa les da trabajo y tampoco tienen el dinero suficiente para trabajar de manera independiente”.

Cristian Lozano
Gran parte del día, los internos aprenden oficios y fabrican además de juguetes, camas, sillas y mesas que se venden.

Jorge Poblete, jefe de la Unidad de Producción de Boulogne Sur Mer, informó que cerca de 150 presos trabajan en talleres de carpintería, textiles, de totora y de fabricación de baldosas y de trabajos en mimbre. Además, unos 200 también realizan sus estudios también en el penal.

Poblete, explicó que el objetivo es enseñarles oficios y también que adquieran la costumbre del trabajo, para que una vez que cumplan su condena, puedan desarrollar sus conocimientos en la sociedad.

Sin embargo, comentó que necesitan más personal para que pueda enseñar los oficios, como así inversión en nuevas máquinas para que más personas puedan acceder a los talleres. Aún así, indicó que “ha habido un gran avance en los últimos años”.

Cristian Lozano
"Trabajar para recuperar la dignidad", fue una de las declaraciones de los presos.

También el titular de la Unidad de Producción dejó en claro que no sólo se realizan productos para la fecha del día del niño, sino que todo el año trabajan y venden los productos que se realizan. El dinero recaudado se destina –según indicó- en porcentajes similares al establecimiento para la compra de materia prima, otra para el interno y una tercera parte va a parar a un fondo de reserva que se le entregará al interno cuando cumpla su condena.

Sin embargo, los presos aseveraron que no siempre ha sido así, sino que “hay compañeros que han salido a la calle, luego de trabajar por 8 años en la penitenciaría, con 300 pesos”.

Por último, exclamaron que esperan que desde el Gobierno se invierta en infraestructura para que puedan seguir desarrollando y perfeccionándose en sus oficios; y también en los pabellones, ya que la capacidad de las cárceles están colapsadas y hay sobrepoblación en cada uno de los establecimientos.

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