La alimentación de una mascota, y en especial la de los gatos, debe ser equilibrada y adecuada para sus necesidades. A diferencia de otros animales, los gatos son carnívoros estrictos, lo que significa que su dieta principal debe estar basada en proteínas de origen animal.
Aunque la carne es esencial para la salud de los gatos, algunas frutas, en pequeñas cantidades, pueden ofrecerles beneficios a la salud. A pesar de que no necesitan frutas para sobrevivir, incluirlas de forma ocasional puede aportarles vitaminas y antioxidantes. Sin embargo, no todas las frutas son seguras para ellos, y es importante saber cuál es apta para su consumo. La frutilla, por ejemplo, es una fruta rica en vitamina C, antioxidantes y fibra, pero… ¿será ideal para los gatos?
Sí, los gatos pueden comer frutillas, pero en cantidades muy pequeñas y como un complemento ocasional, nunca como parte de su dieta principal. Las frutillas no son tóxicas para los gatos y, de hecho, su aporte de antioxidantes y vitamina C podría tener beneficios en el sistema inmunológico de tu felino. Sin embargo, es importante tener en cuenta que la cantidad debe ser controlada para evitar problemas digestivos.
Aquí, es importante destacar que, a diferencia de los humanos, los gatos no pueden saborear lo dulce. Sus papilas gustativas no tienen receptores para el sabor dulce, por lo que es posible que una frutilla no les resulte particularmente atractiva. Para ellos, el atractivo de la frutilla podría ser más su textura o frescura que su sabor.
¿Cómo ofrecer frutillas a tu gato de forma segura?
Si decidís darle frutillas a tu gato, asegurate de ofrecerle sólo una pequeña porción, cortada en pedazos pequeños y sin azúcar añadida. Las frutillas deben estar bien lavadas para evitar el riesgo de pesticidas o contaminantes. Además, conviene supervisar cómo reacciona tu gato ante esta fruta y no forzarlo a comerla si muestra desinterés.
Contraindicaciones de las frutillas en la dieta felina
Aunque no son tóxicas, algunos gatos pueden presentar sensibilidad o malestar digestivo al consumir frutillas. Si notás diarrea, vómitos o alguna reacción adversa, es mejor evitar darle esta fruta. Además, al ser ricas en azúcar, en exceso podrían provocar aumento de peso, lo que no es recomendable para un gato./Mundo deportivo