En tiempos de inestabilidad económica y escasa referencia de precios, determinar el valor real de una propiedad se volvió una tarea cada vez más compleja. En esta nota te contamos cómo se le pone precio a una vivienda. Así lo planteó el presidente de la Cámara Inmobiliaria de Mendoza, Roberto Irrera que explicó cómo se realiza una tasación y qué factores influyen en el resultado final.
“Ponerle un valor a algo hoy no es fácil, y menos a una propiedad. Es un trabajo importante que requiere experiencia, estudio y responsabilidad ”, advirtió Irrera, subrayando la necesidad de que este tipo de operaciones sean realizadas por profesionales matriculados.
Según explicó, una tasación es la estimación del valor económico de un inmueble, ya sea para su venta, alquiler o división patrimonial. En Mendoza, este trabajo puede ser realizado por corredores públicos inmobiliarios.
“Tasar no es sólo calcular metros cuadrados: hay que aplicar un método y hacer trabajo de campo”, sostuvo el referente del sector.
Los métodos más utilizados
Irrera detalló que en la práctica se aplican tres métodos principales:
Método comparativo: consiste en analizar precios reales de venta de propiedades similares en la misma zona. Es el más solicitado por los bancos, aunque no se limita a revisar publicaciones online.
Método por rentabilidad: se basa en el rendimiento que puede generar el inmueble en alquiler o explotación.
Método por reposición: calcula el valor del inmueble a nuevo, ajustando según la antigüedad, materiales y estado general.
“Personalmente prefiero el método por reposición porque lo considero más exacto. Hay propiedades que parecen comparables, pero pueden tener condiciones internas muy diferentes”, explicó.
El valor de la presencialidad
El presidente de la Cámara Inmobiliaria advirtió que, a pesar del auge de las herramientas digitales, una tasación seria requiere la visita presencial del profesional.
“Se puede mirar un inmueble por Google o por fotos, pero no se ven las grietas, la humedad o los desperfectos ocultos. La inspección ocular es clave para categorizar correctamente la propiedad”, afirmó.
Durante la visita, los tasadores utilizan una planilla de categorización que evalúa terminaciones, estado general, materiales de construcción y ubicación. “Hay detalles que sólo se detectan en persona —explicó Irrera—. A veces prefiero que la casa no esté pintada, porque así el comprador ve su estado real”.
Ubicación, materiales y contexto
La ubicación sigue siendo uno de los factores determinantes. El tipo de calle, si es esquina o terreno medial, la orientación, la cercanía al centro o la disponibilidad de servicios inciden directamente en el valor final.
“No es lo mismo construir en Colonia Segovia que en Palmares. La ubicación marca una gran diferencia”, graficó Irrera.
También influyen el diseño, la luminosidad, la ventilación, la cantidad de baños y la existencia de cochera. “Hoy una cochera tiene prácticamente un valor propio, que se suma al del departamento”, añadió.
El valor del momento
Otro aspecto clave, explicó, es que una tasación tiene una vigencia aproximada de tres meses.
“Las tasaciones dependen del momento y de las circunstancias del mercado. Hoy, por ejemplo, al no haber créditos para construir, las casas terminadas tienen más valor que los lotes. Todo cambia según la coyuntura”, dijo.
La variación en los precios de los materiales, la inflación y la falta de créditos impactan directamente en los valores. Por eso, aconseja actualizar las tasaciones de manera periódica.
Honorarios y responsabilidad profesional
Irrera recordó que los honorarios están regulados por la Ley 3043, que establece un arancel del 1% del valor tasado. En la práctica, el mínimo sugerido por el Colegio de Corredores es de $250.000 para tasaciones urbanas.
“Una tasación lleva tiempo, estudio y respaldo. No es una opinión ni una estimación rápida: es un informe técnico que puede tener efectos legales. Por eso debe estar bien argumentado y firmado por un profesional responsable”, enfatizó.
Entre el valor real y el valor sentimental
Finalmente, Irrera señaló que muchas veces los propietarios sobrevaloran su inmueble por razones afectivas.
“El valor sentimental no te lo paga nadie. Las casas valen por lo que el mercado determina, no por lo que uno siente. Por eso, cuando se hace una tasación, hay que mirar datos concretos, ventas reales y comparaciones válidas”, concluyó Irrera.
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Asesoramiento
La Cámara Inmobiliaria de Mendoza atiende al público de lunes a viernes, de 14 a 18, en Av. España 1721, Ciudad de Mendoza, y brinda asesoramiento a propietarios y compradores sobre tasaciones, alquileres y operaciones inmobiliarias seguras.