Alimentos

Inflación sin paz: el impacto de frutas y verduras

En verano, la oferta frutihortícola de Mendoza es motivo de rebaja de precios. Esto no está ocurriendo: la lluvia acelera la inflación.

Por Myriam Ruiz

La inflación de febrero tiró por la borda la esperanza del gobierno nacional de comenzar a bajar la inflación. El 6,6% llevó a más de 102% el índice anualizado y esto ya está generando desbordes en la confianza sobre el país. Ahora bien, la inflación de alimentos fue del 9,8% y eso es mucho más preocupante.

Entonces entremos a desglosar qué es lo que está aumentando tanto como para elevar el gasto de los bolsillos argentinos a un 10% más en sólo un mes. Lo primero que viene a la mente seguramente será el churrasco de cada día o el asadito de domingo... pues no, la carne aumentó pero no fue lo que arrastró el índice. Tal es así, que si se analiza cuáles fueron los alimentos que más subieron en los últimos doce meses, no se encuentra ningún corte de carne entre los primeros diez. Por el contrario hay una alta presencia de frutas y verduras.

Frutas y verduras vienen acarreando la suba de precios al consumidor desde inicio de año. Pongamos ejemplos anualizados: en febrero 2022 el kilo de naranjas costaba $88 y saltó a $350 este año marcando un 295% de aumento; en el mismo período la batata saltó de $93 a $356; el kilo de papa de $71 a $257; la cebolla hoy se vende a 226 pesos el kilo, similar al zapallo anco.

La sequía y temperaturas promedio de 40 grados quemaron las hojas verdes en enero y ahora las excesivas lluvias aguaron la esperanza de tomates, sandías y melones La sequía y temperaturas promedio de 40 grados quemaron las hojas verdes en enero y ahora las excesivas lluvias aguaron la esperanza de tomates, sandías y melones

¿Y en Mendoza cómo andamos?

La oferta de frutas y verduras en el verano mendocino es rica y diversa por lo que los precios tienden a bajar. Esto no está ocurriendo, al menos no con la mayoría de los productos. La sequía y temperaturas promedio de 40 grados quemaron las hojas verdes en enero y ahora las excesivas lluvias aguaron la esperanza de tomates, sandías y melones: en un año, el precio de muchas frutas y hortalizas han marcado un salto del 300%.

Los precios del Mercado Concentrador del Acceso Este, en Mendoza, indican por ejemplo que el melón aumentó en la última semana 50 pesos mayorista; en verdulerías y puestos de venta se conseguía a $250 y saltó a 350 o 400 pesos la unidad.

El durazno de $277 pasó a $305 el kilo, en una semana.

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La manzana bajó en sus versiones más caras -la Red Delicious estaba en 472 pesos el kilo y hoy se ubica en $433; las naranjas están subiendo mientras entra la nueva temporada de cítricos la Valencia grande de $275 pasó a $400 de un solo saque. En verdulerías la mandarina de otoño se encuentra a $650, un precio imposible.

El kiwi es sólo para algunas mesas: el kilo al mayoreo está en $1275. Lo mismo pasa con las paltas, la Hass de Chile se ubica en $1400 mientras que la del Perú asciende hasta los $1700 (lejos de los 3000 pesos que están pidiendo en supermercados y verdulerías).

La lluvia, que afecta tanto a la calidad como la cantidad de la producción, también elevó los precios de las hortalizas. Es el punto del ají que se mueve el kilogramo entre los 400 y 500 pesos al por mayor, a esto hay que agregar la diferencia de los minoristas. En el mismo precio está el precio del ajo por kilo. Lo mismo está ocurriendo con los pimientos, si bien en los grandes mercados aumentó tan solo unos 30 pesos en los negocios de barrio varía entre los 300 y 400 pesos.

Los que bajaron: las berenjenas bajaron en la última semana, posicionandosé entre los 60 y 100 pesos el kilogramo en el mercado concentrador. Lo mismo los choclos que pueden comprarse en verdulerías por $50 la unidad.

Pérdidas para tomateros

Un ejemplo de lo que hablamos es el precio del tomate, ya que en Mendoza estaba a pleno la cosecha cuando comenzaron las lluvias de marzo. En quince días se perdieron millones de kilos de producción y lo que se salva ha perdido calidad.

Las variedades mendocinas aumentaron: el tomate redondo grande saltó de los $98 de febrero a $175 el kilogramo; en tanto que el perita de primera varió de $90 a $125 siempre hablando de precios mayoristas. Ahora bien, el cherry que viene de Salta en realidad bajó porque allí no tuvieron esta contingencia: de $171 a $121.

Para terminar armando la clásica ensalada hablemos de la lechuga: la romana aumentó de $159 a $172 el kilo; la morada de verano bajó 20 centavos; en tanto que la repollada, crespa y la mantecosa subieron hasta los $181 el kilo (siempre hablando del mercado mayorista).

Para el final les dejo la brecha entre el precio que pagó el consumidor en góndola y lo que recibió el productor frutihortícola.

Índice de Precios en Origen y Destino de los Alimentos (IPOD): Los precios de las 19 frutas y hortalizas que integran la canasta IPOD se multiplicaron por 3,9 veces en febrero, por lo que el consumidor pagó $3,9 por cada $1 que recibió el productor frutihortícola. Los productos argentinos con mayor brecha fueron la mandarina (7,2 veces), la manzana roja (6,4), el limón (5,7), el ajo (5,3) y la acelga (5,1).

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