4 de noviembre de 2025
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ECONOMÍA REGIONAL

Cultivos emergentes: frutilla y frambuesa, nuevas oportunidades productivas para Mendoza

Dos frutas rojas se destacan como cultivos emergentes en Mendoza: frutilla y frambuesa. Un repaso por su desarrollo de la mano del INTA.

Por Soledad Maturano

El cultivo de frutos rojos se destaca en el mercado por sus beneficios para la salud y su valor nutritivo. Entre ellos, la frutilla y la frambuesa sobresalen, cultivadas en Argentina y otros países de climas cálidos. En este contexto, Mendoza intensifica su atención en estos cultivos, fomentando producción y explorando oportunidades económicas vinculadas a estas frutas.

Carla Chiandussi, investigadora del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), señaló que la frutilla y la frambuesa llaman la atención por su potencial de diversificación productiva y oportunidades: “Hay una demanda desde los productores de la zona y de otras zonas de la provincia por el cultivo de frutillas y, más fuertemente, de frambuesas, porque ha crecido la demanda dentro del marco de la alimentación saludable y también en la pastelería”.

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Hay una demanda creciente en frutilla y frambuesa en la provincia de Mendoza

Hay una demanda creciente en frutilla y frambuesa en la provincia de Mendoza

Chiandussi trabaja en la Estación Experimental de La Consulta del INTA y lidera proyectos vinculados al cultivo de frutos rojos, evaluando variedades y manejos de plagas como la Drosophila suzukii, una de las principales limitantes del sector. “Hace unos 3-4 años iniciamos la evaluación de cuatro variedades de frambuesa en la experimental. Publicamos nuestros resultados para que los productores conocieran nuestra experiencia y pudieran replicarla”, detalló en diálogo con Sitio Andino.

Características de Mendoza para los frutos rojos

La provincia reúne condiciones particulares que permiten el desarrollo de estos cultivos, aunque con ciertas restricciones según especie y zona. Chiandussi explicó que “las frutillas tienen requerimientos de salinidad. Hay un umbral: si se supera, empieza a ser perjudicial para la producción. En zonas donde la salinidad va en aumento puede haber mortalidad de plantas”.

En el caso de la frambuesa, el limitante más fuerte está relacionada con el agua por la alta demanda de riego que tiene el cultivo. La investigadora advirtió que “durante los meses de mucho calor y alta radiación, como diciembre y enero, puede aparecer un manchado de la fruta o de la hoja, lo que reduce la calidad del producto. Para esto ayuda colocar una media sombra de 25 a 50%”.

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Algunas de las dificultades que presentan estos cultivos es la necesidad de riego y consumo de agua.

Algunas de las dificultades que presentan estos cultivos es la necesidad de riego y consumo de agua.

En lo que respecta a los tiempos de la plantación, Chiandussi indicó: “El primer pico de producción es en primavera, en octubre-noviembre arrancás con plantas que están más grandes y adaptadas al lugar donde las has plantado”.

En este marco, los principales desafíos para el cultivo de frambuesa y frutilla en Mendoza se encuentra en la disponibilidad y calidad del agua, la salinidad del suelo y la protección frente al calor extremo.

Producción y superficies

Las provincias que lideran la producción en el país son Buenos Aires, Santa Fe y Tucumán. Por su parte, la provincia de Mendoza es más pequeña en la superficie cultivada.

Sin embargo, existen emprendimientos y productores que dan cuenta del interés regional creciente en este cultivo: “En frambuesa, en Malargüe hay dos productores, aproximadamente dos hectáreas en total”, ejemplificó la investigadora.

En el caso de la frutilla, la superficie es algo mayor. Según el Registro Único de la Tierra (RUT), se estima que hay unas 25 hectáreas destinadas a este cultivo. “De esas 25 hectáreas, una parte importante pertenece a un vivero en San Carlos”, comentó.

Los principales puntos de producción se encuentran en el sur de Mendoza, en Alvear y San Rafael, y en zonas del Valle de Uco como Tunuyán.

Oportunidades económicas y perspectivas de crecimiento

El interés por los frutos rojos no sólo se limita a la producción fresca. Chiandussi resaltó, por ejemplo, que la frambuesa tiene demanda para pulpa, jugos naturales, pastelería y heladería. Además, la fruta deshidratada para acompañar otros productos secos representa una oportunidad. Tal como señaló la investigadora, “hay una demanda creciente”.

Explicó que son cultivos que requieren cosecha frecuente y cuidados específicos –vinculado a los riegos y necesidades según cada zona–, pero que abre oportunidades económicas notables.

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El Sur de Mendoza y Valle de Uco son uno de los puntos donde este cultivo se está desarrollando con éxito.

El Sur de Mendoza y Valle de Uco son uno de los puntos donde este cultivo se está desarrollando con éxito.

Un cultivo con potencial en Mendoza

El panorama para los frutos rojos en Mendoza combina interés productivo, demanda creciente y oportunidades económicas. Aunque la superficie cultivada aún es pequeña, la combinación de variedades adaptadas, tecnologías y manejo orgánico posibilita un camino para diversificar la oferta frutihortícola provincial.

En definitiva, con este crecimiento –aún incipiente– los frutos rojos podrían consolidarse como un nuevo motor de diversificación económica en la provincia, aportando valor a la producción local y ampliando la oferta de productos frescos y orgánicos para los mercados regionales y nacionales.

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