Re abren una de las causas más enigmáticas de la historia judicial de San Rafael: la desaparición de Oscar Garavaglia. Pese a la prescripción de todo tipo de acción penal, se intentará dar una respuesta a la familia que lleva 44 años esperando saber qué pasó con el joven el 12 de enero de 1979.
Los amigos dijeron que fueron a cazar piches en El Nihuil y se extravió. Familiares creen que lo asesinaron. La Justicia, que llegó a tener 18 años bajo secreto de sumario el caso, nunca llegó a conclusiones certeras… y el cuerpo, si es que falleció, todavía no aparece.
Tenía sólo 17 años, y fue a acampar con sus amigos Daniel Vidalled, Alfreso Alonso Decarre, Julio Pérez Sierrra y Horacio Nardoni. Hubo una pelea en el grupo, un par de noches antes de la desaparición. Pero, finalmente, salieron de caza todos juntos, llevados por el padre de uno de ellos. Una tormenta borró huellas, una pala generó dudas, y todo un pueblo se movilizó en su búsqueda, pero fue inútil. Garavaglia sigue desaparecido.
El expediente al que tuvo acceso exclusivo SITIO ANDINO, muestra en las primeras hojas dos informes sobre los rastros, y pese a la pericia del dibujante, no llega a ninguna conclusión de relevancia, sólo que algunos pasos, que no se saben si son del joven, terminan cerca del lago El Nihuil.
Fue el policía Julio César Loyola el que dirigió los primeros equipos de búsqueda, redactó un informe que parece más el de un contador que el de un experto: apenas se dedica a señalar cuántas personas participaron en el rastreo y el gasto de combustible usados en las movilidades.
Fue una semana de cabalgatas, caminatas, y recorrido en “chatas” de la época y estancieras… Luego sí aparece otra búsqueda más detallada, donde da el jefe de la Unidad Regional Segunda de la Policía de Mendoza, el 19 de enero, que recorrieron la zona del cerro Trintrica, algunos espacios cerca de la ruta 180, llegaron a Los Cerrillos, describe que allí las huellas desaparecen, y deja constancia que hasta participó un avión del aeroclub Las Paredes en el operativo, se sumaran conscriptos del Ejército, y de pronto dan de nuevo con las huellas, pero ya en “un inmenso salitral ubicado detrás de los cerrillos, ya a una distancia aproximada del lago, suspendiéndose momentáneamente su rastreo hasta el día posterior dada la avanzada hora de la noche”, finaliza el informe.
Deja asentado que antes habían andado policías por la zona de Los Ramblones, El Sosneado, Pampa Amarilla, todos lugares que ya pertenecen al departamento Malargüe, “en la creencia de que el menor al encontrarse extraviado había tomado rumbo hacia esos lugares, regresando a esta comisaría a las 23.40 con resultados negativos”.
Todos los cuerpos del no muy extenso expediente, llegan a resultado negativo. No fue la mejor causa instruida realizada por el juez Bernaldo De Quiroz, por cierto.
Él mismo llamó por teléfono a la delegación policial el 11 de febrero y “dio la orden que se dé por finalizada la búsqueda del menor”, y decide instruir el sumario con la carátula tristemente reiterada para aquella época: “Persona Desaparecida”.
Hoy, Susana, hermana de Oscar, no cesa en pedidos de ayuda en la Justicia, y el fiscal Javier Giaroli, con la venia del juez de garantías Gabriel Ravagnani, tomará nuevas testimoniales, tratando de hallar alguna nueva pista en torno a hipótesis que quedaron a mitad de camino.
El caso Garavaglia vuelve a ser noticia, pero los propios magistrados quieren evitar las falsas expectativas y se mantienen en una tarea silenciosa, que ha incluido la revisión del expediente y otras medidas desarrolladas en las últimas semanas, conocedores de que una sanción punitiva ya es imposible, aunque una respuesta a la sufrida familia sanrafaelina, todavía es necesaria.