Daniel Zalazar (30) continúa en la cárcel por estar acusado de ser el autor material del triple crimen del barrio Trapiche de Godoy Cruz. En las últimas horas se conoció que el imputado le había preguntado a un amigo bombero cómo hacer para "volar" una casa.
Esto confirma las intenciones que tenía cuando en la escena dejó encendida una vela y las hornallas de la cocina abiertas. Además, la suma de los estudios de ADN que se realizaron con la ropa manchada con sangre que le secuestraron, los rastros hemáticos encontrados en la escena, y de las pericias que le realizaron a las armas blancas incautadas, confirmaron que fue el autor.
El profesor de Taekwondo está imputado por el triple femicidio de Lorena Arias (30), Susana Ortíz (45) y Vicenta Díaz (90), asesinadas con armas blancas el domingo 23 de octubre en una casa de calle Entre Ríos. En ese hecho también resultaron heridos dos menores (uno de ellos es una beba de diez meses, hija de Zalazar). Aquella mañana, cuando los primeros policías llegaron a la escena, descubrieron los cuerpos en diferentes partes de la casa y que el autor de la masacre había dejado abierta las hornallas de la cocina y una vela prendida.
Rápidamente, los efectivos la apagaron por temor a que explotara la vivienda y el caso quedó en manos del fiscal de Homicidios Santiago Garay. En las últimas horas se confirmó que el imputado, 15 días antes del triple femicidio, le preguntó a uno de sus alumnos -un bombero- cómo hacer para "volar" literalmente una casa.
Este testigo, si bien quiso declarar por voluntad esta situación en la causa, su testimonio nunca quedó plasmado en el expediente. Pero para los investigadores fue importante para saber las verdaderas intenciones que tenía Zalazar y que daban cuenta de que quería eliminar tanto a las víctimas como a las evidencias.
Los resultados de ADN
Otro paso fundamental en el expediente se basa en los resultados positivos relacionados a las pericias que realizó personal de Policía Científica y del laboratorio del Cuerpo Médico Forense sobre las pruebas halladas en la escena y de los elementos que le secuestraron al acusado.
Las mismas confirmaron que las muestras de sangre que recogieron de la vivienda -en una reja, auto, cochera y en una heladera- pertenecen a un sólo patrón genético y que es el de Zalazar. Esto lo ubica en la escena y se suma a la testimonial del nene de 8 años que sobrevivió al esconderse dentro del baúl de un auto durante el ataque. El menor, había explicado en aquel momento que el autor había sido "el sabón Daniel", en referencia al taekwondista.
En tanto, cerca de la casa del sospechoso, sobre calle Primitivo de la Reta de Ciudad, encontraron unas zapatillas y una campera con sangre y dos cuchillos que estaban en un contenedor. Estas evidencias también arrojaron resultados positivos porque en el calzado encontraron restos genéticos que coincidieron con el ADN de uno de los hijos de Lorena. En este caso se trata del nene de 11 años que resultó herido y que fue dado de alta hace pocos días.
En cuanto a la mecánica del hecho, también se confirmó que el imputado llegó a la casa durante esa madrugada y que estuvo hablando con Lorena por más de cuatro horas antes de asesinarla y de atacar a toda su familia. Esto se desprende de los mensajes de WhatsApp que se intercambiaron y que lo ubicaron en la escena a la 1.42 de aquel domingo.
Las pericias psiquiátricas también confirmaron que Daniel Zalazar es imputable por el hecho de que comprende y es responsable de sus actos como así prestar declaración respecto al hecho por el cual está tras las rejas.
Por otro lado, se trata de una persona que está ubicada en espacio y tiempo y que comprende o tiene juicio sobre la realidad en la cual se encuentra. Las mismas pericias hablan sobre una persona que se muestra socialmente aceptable y que, de no ser aceptado de esa manera, puede tener actitudes hostiles o impulsos agresivos.
También tiene rasgos de narcisista y de alguien "cerrado", lo cual confirma aún más por qué nadie conocía sobre su vida íntima, de su relación que mantenía con Lorena y de la existencia de su hija.
La masacre del barrio Trapiche
El triple femicidio de Arias, de su tía Susana Ortíz y de su abuela Vicenta Díaz, sucedió el domingo 23 de octubre pasadas las 4 en el barrio Trapiche. Zalazar, con la excusa de llevarle dinero para su hija, fue a visitar a Lorena a la casa de calle Entre Ríos pasadas las 0.30 y allí discutieron.
Luego el único detenido por el triple femicidio habría atacado a las tres mujeres, a su propia hija y a un nene de 11 años. Los menores salvaron sus vidas de milagro y fue otro hijo de Arias, de sólo ocho años, quien se escondió en el baúl de un auto -un Chevrolet Clasic- y llamó a su otra abuela.
Zalazar fue detenido a las 10 de ese domingo cuando era atendido en la guardia del Hospital Central. Luego fue imputado y el lunes lo enviaron a la penitenciaría. En la actualidad está imputado por triple femicidio criminis causa.