El asalto fallido a una farmacia que desató un tiroteo entre un delincuente y policías colmó la paciencia de los vecinos del Bombal Sur, en Godoy Cruz.
El asalto fallido a una farmacia que desató un tiroteo entre un delincuente y policías colmó la paciencia de los vecinos del Bombal Sur, en Godoy Cruz.
Lo que durante años fue una situación tolerable, a pesar de los robos y asaltos a diario, se transformó en una preocupación real y sin respuesta por el momento.
Los habitantes de calle Beltrán y Patricias Mendocinas y sus alrededores, se reunieron este jueves para pedir más seguridad en la zona, un sector del departamento que, según denunciaron, está a la deriva de delincuentes.
Librerías, carnicerías, minimarket, ópticas, verdulerías, pollerías, farmacias y panaderías, entre otros tantos negocios, han sido víctimas de asaltos y en muchas ocasiones los autores de los hechos eran las mismas personas.
El sábado último, un intento de robo en una farmacia desató un terrible tiroteo en la zona, en el que de milagro no hubo heridos entre los transeúntes, ya que un policía y el ladrón que terminó detenido, fueron alcanzados por las balas.
"La policía nos dice que no tiene efectivos, que no pueden hacer un patrullaje personalizado. Son pocos policías y encima tienen armas que no sirven", explicó Andrés Darío Pérez, dueño de un minimarket que ha sido asaltado en 11 ocasiones.
El comerciante aseguró que los vecinos están dispuestos "a pagar el servicio del policía", y por lo tanto pidieron a las autoridades la colocación de un puesto fijo.
"Si traemos seguridad privada no puede usar armas. Hay una ola de robos, te roban a las 10 de la mañana o a las 9 de la noche. Hay negocios que cerraron por los asaltos", continuó el hombre.
Otra de las vecinas de la zona, Silvia (64), aseguró que "todos los negocios desde calle Tucumán hasta Patricias Mendocinas por Beltrán, han sufrido robos".
"Encima los ladrones te amenazan. A los chicos de la verdulería les dijeron si avisan a la policía, volvemos mañana y son boletas'", agregó Silvia.
Estos vecinos, viviendo en una de las zonas más coquetas del departamento pero por el contrario más insegura en los últimos meses, estuvieron reunidos durante más de una hora para intentar encontrar una solución al conflicto.
"Necesitamos seguridad preventiva, un puesto fijo o más controles. Con lo que pasó el sábado nos dimos cuenta lo que puede llegar a pasar", concluyó Pérez.