Minería

San Jorge quiere evitar el riesgo político

Los capitales rusos tienen todo listo y presentado. Hay unos U$S400 millones de inversión en danza.

Por Federico Manrique

Ya tienen todo listo, la documentación presentada, el dinero para la inversión asignado y los contactos más que aceitados para llevar adelante el proyecto en Mendoza y en San Juan. Los capitales rusos detrás de la Minera San Jorge, el proyecto de cobre y oro en Uspallata, sólo esperan el aval político para arrancar. Eso sí, confían en que sea pronto. La fecha esperada se mide en semanas, ya que el mayor temor de los inversores es que el tema se vuelva a politizar en un año clave para la provincia y el país como será el 2015, cuando se celebren elecciones tanto para presidente, como para gobernador, legisladores nacionales y provinciales e intendentes municipales.

Las empresas de capitales rusos Solway y Aterra Capital están decididas a invertir en Mendoza, confían en el potencial minero de la provincia y el país. Pero admiten que hoy el proyecto San Jorge es rentable por el contexto internacional de precios del cobre. Más adelante no se sabe. La oportunidad es ahora y es ahora cuando hay que avanzar en la discusión sobre ampliar la matriz productiva de Mendoza. 

Y enviaron un claro mensaje al Gobierno y a las cámaras empresarias: si quieren inversiones y creación de puestos de trabajo en 2015, el proyecto minero tiene que aprobarse ahora.

“La clase política y la sociedad se están dando cuenta de que la minería puede cambiar la matriz económica de Mendoza”, admite Pavel Ermolaev, representante en Minera San Jorge de la empresa Solway Group de capitales rusos.

En cuanto a los plazos, los inversores fueron muy directos. “Queremos sacar de la discusión electoral al proyecto minero. Nos preocupa que se politice”, admite Kirill Zimin, partner de Aterra Capital, la otra empresa rusa que está detrás del proyecto San Jorge.

En los hechos, sólo hace falta la decisión política para destrabar un proyecto que fue modificado a pedido del Gobierno provincial para que pueda sortear el cepo impuesto a la minería metalífera en Mendoza por la ley 7722. Un emprendimiento que propone extraer en Mendoza el mineral con la roca, hacer un primer proceso de flotación para sacar una parte de los excedentes (roca molida sin minerales); dejando la “pasta base” para que sea transportada vía tren hasta San Juan donde se haría la separación definitiva del mineral de la roca por un proceso de “lixiviación” con el uso de sustancias prohibidas por la legislación mendocina como el ácido sulfúrico.

El proyecto San Jorge ya cuenta con la aprobación de impacto ambiental y no hay abierto en la Justicia un proceso que impida su avance. Toda la documentación está ya presentada y desde el Ejecutivo se tiene que hacer una suerte de acta complementaria donde se acepta que el proceso de extracción se divida y una parte se haga en Mendoza (extracción) y otra en San Juan (separación del cobre y oro de la roca).

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