Este mes fue el Día del Amigo… ¿Le dijiste “feliz día” a ChatGPT?
Pasó de ser una novedad tecnológica a una compañía diaria. ¿Es solo una herramienta… o algo más?
Este mes fue el Día del Amigo… ¿Le dijiste “feliz día” a ChatGPT?
Y así como digo ChatGPT, podría ser Gemini (la IA de Google), Grok (la de Elon Musk), o Deep Seek (la china que hizo temblar los mercados en enero). Hay muchas IAs dando vueltas.
Si le escribiste, de seguro te contestó con palabras bonitas, bien elegidas y buenos deseos. Quizás hasta te armó una poesía muy personalizada, reconociendo tus bondades. La verdad que pocos amigos “de verdad” se suelen tomar este trabajo tan en serio vía WhatsApp o redes.
En estos años, (o mejor dicho, meses), la Inteligencia Artificial se volvió parte de nuestra vida. Sobre todo la “IA generativa”, esa que se parece mucho a nosotros, pero por diseño (no por evolución). De alguna manera, nos recuerda a ese poema de “amistades eternas” atribuido a Neruda, el que dice que alguien puede entrar en tu vida y cambiarla para siempre.
En muchos casos, pasamos de temerle a la IA, a hablar de ella con recelo, para luego incluirla como novedad y, finalmente, estar invitándola a la mesa o a cada evento de nuestra cotidianeidad. No es casualidad que ChatGPT haya sumado un millón de usuarios en tan solo cinco días: récord histórico.
En 2025, la IA se masificó como nunca. Por un lado, por sus promesas y ventajas; por otro, porque ignorarla da miedo. Hoy, la mayoría la usa como apoyo personal o profesional, a veces como “terapeuta” o “compañía”. La IA puede escuchar, dar consejos y hasta mostrar empatía en una charla.
Las IA son cada vez más persuasivas y cercanas. Ya se han metido en la vida diaria de millones (en algunos países, más del 80% la usa). Según Microsoft, la IA ya es nuestro asistente, y pronto será también nuestra colega.
¿Y en la escuela? Uno de cada tres estudiantes admite haber usado IA para hacer trampa, según GoStudents. Como un amigo que te cubre las espaldas…
La IA puede escucharte, comprenderte, decirte lo que querés oír y estar siempre disponible.
LA IA es una gran conversadora, pero no es una persona. No entiende lo que te pasa, no empatiza, no se alegra o sea angustia, no puede abrazarte (por ahora), ni reaccionar como un verdadero amigo. Es solo una herramienta. Y no estaría de más recordarlo y volver a tratarla como tal.
Si le damos el título de “amigo”, estamos dando un pasito extra y correr el riesgo de confundirnos para ser luego fácilmente manipulados.
Antes de que sea normal la expectativa del mensajito, vale la pena frenar y preguntarnos: ¿qué lugar le estamos dando en nuestra vida?