Merendero "Dejando Huellas": el trabajo imprescindible de los voluntarios y la necesidad de más ayuda
El merendero "Dejando Huellas" funciona en Rodeo del Medio, Maipú. Asite a 160 chicos con alimentos y ropa. Ahora buscan construir un salón para poder acompañarlos en educación. Un trabajo digno de imitar.
Merendero "Dejando Huellas": el trabajo imprescindible de los voluntarios y la necesidad de más ayuda Foto: Prensa de Gobierno de Mendoza
Con los niveles de pobreza e indigencia que afectan a más de la mitad de los argentinos, la situación de vulnerabilidad, sobre todo de los niños, exige respuestas urgentes. Sin embargo, esas respuestas no llegan desde los Gobiernos y por eso la solidaridad de los mendocinos es la que logra darles un pequeño alivio ante tanta necesidad y desamparo. Pero la ayuda nunca es suficiente, por eso a pesar del compromiso y aportes que hace gran parte de la comunidad, siempre se necesita más. Te contamos la situación del merendero "Dejando Huellas", que brinda alimentos a 160 chicos y requiere de la ayuda de todos.
"Aliviar aunque sea un poco las necesidades de un niño es un acto de generosidad", dice Alberto Guirao, coordinador del programa de padrinos y madrinas del merendero "Dejando Huellas", un grupo de personas que se formó en marzo a partir de la decisión de comprometerse con los niños que asisten a este merendero a buscar un poco de alivio a sus necesidades.
En una entrevista con el programa "Bien Nuestro" de Radio Andina, Guirao contó que es un grupo de 100 voluntarios que colaboran de distintas formas con el merendero.
"El merendero tiene un menú que está siendo mantenido por los voluntarios. Por mes, utilizamos 100 paquetes leche en polvo de 800 gramos, 104 kilos de harina, 60 kilos de azucar, 28 kilos de arroz, 12 paquetes de 800 gramos de chocolate, 30 kilos de carne", enumeró.
"Cuando llegamos tenían dos meriendas a la semana, te con tortitas. Ahora se brindan cuatro días a la semana", dijo. Además, se ofrecen comidas con carne. Pero además creció la cantidad de chicos que asisten a ese merendero que funciona en una casa del barrio 24 de Agosto, en Rodeo del Medio (Maipú); pasaron de 80 a 160.
"Hay mucha tristeza porque los niños no están en buen estado, viven hacinados, están en situaciones de mucha vulnerabilidad. Parece un trabajo imposible, pero es imprescindible".
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"Se está haciendo un esfuerzo grandísimo. Necesitamos gente joven que se ocupe de la logística, del traslado de los alimentos", dijo Guirao.
El desafío mayor ahora es la construcción de un salón para poder ampliar el rol y brindar acompañamiento desde el deporte y la educación. "Queremos el salón para hacer un seguimiento educativo, para ver si puede haber una movilidad de esa situación tan extrema y precaria", señaló el coordinador del grupo de voluntarios.
Cuáles son las necesidades
"Pensábamos juntar ladrillos y hierro durante el año y estamos a la altura de la viga de vinculación. Estamos muy sorprendidos, hemos recibido mucha ayuda de empresas, nos han donado la cerámica para el piso e inodoros, el pegamento (Hipercaerámico), otras empresas nos han dado hierro, ladrillos, cemento", agradeció
En este momento "se necesitan viguetas, losetas, una malla y el hormigón elaborado para hacer el techo", señaló Guirao.