En el marco de la Colecta Anual de Cáritas, más de 3.000 familias serán beneficiadas por el resultado final de las donaciones. Sin embargo, el rol de Cáritas Mendoza es clave durante todo el año.
El organismo de la Iglesia Católica colabora a través de distintas actividades para dar respuestas a la población en relación a la exclusión y la pobreza.
En el marco de la Colecta Anual de Cáritas, más de 3.000 familias serán beneficiadas por el resultado final de las donaciones. Sin embargo, el rol de Cáritas Mendoza es clave durante todo el año.
Este organismo de la Iglesia Católica coordina su obra caritativa a través de distintas tareas que buscan dar respuestas integrales a los problemas que atraviesa la población en relación a la exclusión y la pobreza.
En diálogo con Sitio Andino, Rosa María Romoli coordinadora de Cáritas Mendoza, explicó el rol del organismo, la cantidad de personas a las que asisten y la importancia de la colecta anual.
“Desde Cáritas nos venimos especializando en lo que es el tema de la educación a través de los espacios socioeducativos, de las becas, de actividades en algún club parroquial”, entre otros, explicó Rosa.
Esta decisión de incorporar otros tipos de ayuda se debe a otras necesidades que atraviesan los sectores más vulnerables de la sociedad mendocina. “Desde Cáritas hemos seguido acompañando a aquellas personas que sufren esas pobrezas que detectamos”.
En primer lugar, Rosa explicó la metodología de las distribuciones a las diócesis, ya que son las encargadas de repartir a comedores y merenderos.
En este sentido, contó que “la distribución se realiza con los fondos que llegan a través del programa PENUD (Programa de las Naciones Unidades para el Desarrollo), perteneciente al Estado”.
Una vez que llegan los fondos, se toman las instrucciones que llegan desde Capital Humano, luego realizan las compras correspondientes y se distribuyen los bolsones de acuerdo a las necesidades de Cáritas y de los merenderos.
“El pueblo de Mendoza es muy generoso. Sabemos que la situación es complicada para todos, pero siempre pensamos en poder superar un poco la colecta del año anterior”, afirmó Rosa.
Desde el lunes, más de 600 voluntarios se encuentran trabajando en puestos fijos como los grandes centros comerciales, cadenas de hipermercados, en las parroquias, semáforos, plazas y otros lugares para que las personas puedan colaborar.
La Colecta se divide en tres partes: para las necesidades de las propias parroquias, para Cáritas Diocesana y para Cáritas Argentina. “Esta última se utiliza para las diócesis más desfavorecidas y especialmente para las emergencias, como lo que ocurrió en Bahía Blanca o en la Patagonia”, señaló Romoli.
A nivel nacional, Cáritas Argentina responde a emergencias en las diócesis más necesitadas, especialmente en las regiones del Litoral, Chaco, NOA, y NEA, y también impulsa estrategias de desarrollo humano integral.
Al finalizar la colecta, todo lo recaudado se dividirá en 3 partes iguales y serán enviadas a tres destinos que sostendrán los proyectos de Cáritas Nacional, Cáritas Diocesana y Cáritas Parroquial.
Durante esta semana, los voluntarios estarán ubicados en colegios, empresas, parques, instituciones, semáforos, estaciones de servicio y comercios. Sin embargo, también se podrá colaborar mediante transferencia.