Desde el lunes la Argentina será el laboratorio para una experiencia política sin precedentes. Un presidente de ultraderecha, libertario y sin sostén político.
Último día hábil del gobierno deAlberto Fernández. El próximo lunes cuando arranquemos desde nuestras casas a trabajos, escuelas, a la vida misma, Argentina será otra y formará parte de un verdadero experimento a nivel mundial que encabezará Javier Milei.
El presidente electo asegura que no hay nada que inventar y solo viene a hacer los que se hizo en otros países “exitosos”. Raro, porque tras cartón aclara que es la primera vez en la historia que un país tiene un presidente “liberal libertario” y hay que agregar nada de lo que propuso durante la campaña se ha aplicado alguna vez en los países “exitosos”. Pero se acabaron las palabras y llegó el momento de la acción.
Ratificando una vez más que la casta no tiene miedo sino trabajo, ayer la Oficina del Presidente Electo confirmó que al frente del INDEC seguirá Marco Lavagna.
Cuánto podrá cambiar Javier Milei desde el lunes es una incógnita a la cual se pueden aproximar respuestas a partir de sus acciones y omisiones desde el lunes 20 de noviembre.
El gobierno de Milei arranca como un pastiche armado con fórceps donde lo que no hay es unidad de criterios ni de pensamiento, ni tampoco se demostró de acción en estos días de transición.
Lo más notable que se vio en estos días es la falta de conducción política. Las idas y vueltas en los nombramientos, las declaraciones cruzadas y contradictorias de los futuros funcionarios, legisladores y varios etcéteras sumados al abanico de procedencia de los funcionarios de distintos palos sin homogeneidad dejan muchos interrogantes.
El experimento no es sólo la concepción ideológica y económica perimida del nuevo presidente sino su debilidad política.
Es cierto que recibió una cantidad abrumadora de votos en el balotaje, pero en la elección de primer término salió segundo y todos los estudios cualitativos y cuantitativos que se conocen hasta ahora indican que a los votantes los unió el odio a una fuerza política y no la convicción o el apoyo a las ideas de Milei. Sí frente a Sergio Massa hubiera estado el Pato Donald, hoy este sería presidente.
Un trabajo terminado hace algunas horas por las consultoras Trespuntozero y ALASKA muestra con contundencia esa realidad a la que se enfrentará Javier Milei.
Aquí dejamos algunos gráficos para facilitar la lectura y la comprensión.
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Los datos muestran una complejidad superior para Javier Milei en su desafío de gobernar la Argentina desde el lunes.
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El escenario al que se enfrenta el nuevo presidente sin experiencia de gestión ni política no es simple y sus ideas y forma de encarar la situación lo complejizan aún más.
Menudo desafío para una Argentina que siempre está al borde del límite.