El arribo de la pandemia del coronovarius a la Argentina, y la consecuente cuarentena dictada por el Gobierno, trajo aparejada una inevitable caída del empleo, fundamentalmente en la plaza informal (en negro). Cientos de mendocinos y mendocinas encontraron en las Apps de delivery una salida laboral rápida y rentable, para reinsertarse al mercado del trabajo.
Sitio Andino consultó a trabajadores de las tres principales plataformas (Pedidos Ya, Uber Eats y Glovo) que operan en Mendoza, para conocer cómo es ser repartidor en Mendoza durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio (ahora distanciamiento social), una labor considerada esencial desde el minuto 1 del confinamiento.
La habilitación de cuenta de "rider" varía según la aplicación. El cierre de las sucursales a raíz de la pandemia modificó el proceso de inscripción, ya que previamente los postulantes debían acudir a una charla introductoria, donde les entregaban los materiales de trabajo y se brindaban detalles del trabajo. Este paso se anuló y las plataformas pusieron a disposición de los aspirantes una serie de tutoriales de revisión obligatoria (en Glovo se suma un cuestionario) para avanzar en el ingreso.
Una vez llenado el formulario de inscripción, desde las empresas se contactan con los solicitantes, que deberán cumplir con una serie de requisitos para poder hacer delivery. Las exigencias comunes son: estar inscripto en AFIP como monotribusta, poseer una cuenta bancaria, certificado de antecedentes penales actualizado y libreta sanitaria. Estas dos últimas exigencias no son obligatorias en Pedidos Ya, aunque sí se solicita un seguro contra accidentes. Si el vehículo a utilizar es una moto, la documentación será mayor.
De ser aceptado, un representante de la empresa se comunicará para coordinar la entrega de los elementos de trabajo (por correo) y la firma del contrato. Una vez más, la cuarentena genera retrasos en el envío y algunos trabajadores optan por adquirir las mochilas térmicas vía redes sociales a ex repartidores. Las empresas descuentan el costo de los elementos del pago de los primeros viajes realizados.
En definitiva, desde el día de postulación hasta el primer día de trabajo pueden transcurrir alrededor de quince días.
Horas de trabajo y ganancias
Si bien este tipo de aplicaciones "se venden" como un segundo trabajo para obtener ganancias adicionales, la realidad muestra que es muy difícil lograr un funcionamiento óptimo si los ciclistas no se conectan al menos una vez al día. Ello se debe a que todas las plataformas sostienen un sistema de categorías, donde quienes permanezcan mayores horas conectados y más cantidad de viajes acepten, serán "valorados" de mejor forma por la App y recibirán más beneficios (le despacharán más viajes y se les pagará mejor por ello).
En Pedidos Ya y Glovo se trabaja mediante un régimen de turnos, por los cuales los riders deberán optar, pero los mejores "rankeados" tendrán prioridad para elegir los días, horarios y "zonas de logueo". Quienes recién se inician deberán esperar por los que queden disponibles y tomar alguno. En Uber Eats no hay distinción de ese tipo, así que los socios conductores pueden conectarse en cualquier día, horario y lugar, pero la plataforma respetará la trayectoria de cada uno a la hora de asignar repartos.
Todos los consultados coincidieron que para que la jornada "rinda", lo ideal es conectarse entre seis y diez horas diarias, principalmente en los horarios de almuerzo y cena (de 12 a 16 y de 19 a 23). Aunque las ganancias varían según el ranking y las promociones que brinda cada aplicación, los ingresos promedio se calculan entre los 6 mil y los 9 mil pesos semanales. La cifra aumenta cuando la labor se realiza en motocicleta, ya que los viajes se multiplican.
Experiencias personales
Marcelo es rider de Pedidos Ya desde los primeros días de mayo, cuando la empresa donde aún trabaja le informó a él y sus compañeros que los suspenderían por 75 días, con reducción de salario. "Busqué en diferentes páginas y foros sobre el trabajo en estas plataformas y finalmente me incliné por la de mayor expansión en la provincia. En mi primer mes puedo afirmar que estoy conforme con este trabajo, su modalidad, el pago y la posibilidad de hacer ejercicio", destacó.
"Llevaba dos años sin trabajar formalmente, aunque durante ese tiempo me formé a través de cursos de peluquería y manicura, pero esas actividades no alcanzan para sostener un alquiler. Encontré en el delivery una forma de combinar el ejercicio y obtener ganancias suficientes para satisfacer mis necesidades", comentó Agustina, repartidora de Glovo, quien además destacó que cumple con un estricto protocolo a la hora de salir a la calle y al retornar a su hogar.
"Comencé por necesidad, luego de que la empresa donde trabajaba me despidiera un día antes de que se decretara el aislamiento obligatorio. Me incliné por este servicio porque entendí que era una salida laboral rápida y la podía cumplir durante la cuarentena. Lo recomiendo para personas que están desempleadas y necesitan un ingreso urgente", confió -en tanto- Diego, trabajador de Uber Eats.
Desventajas
Si bien en Mendoza las exigencias para las empresas son mayores que en otras ciudades, las responsabilidades de estas sobre lo que denominan "socios conductores" son mínimas. Si algún trabajador es víctima de un hecho de inseguridad, difícilmente los "empleadores" respondan por las pérdidas o brinden una solución humanitaria. Lo mismo ocurre en caso de un accidente vial. El episodio más "emblemático" es el de Franco Almada (19), quien falleció en el conurbano bonaerense tras ser atropellado cuando se encontraba trabajando como cadete. Su familia exige justicia, ya que la empresa no se hizo cargo. El joven, como todos los que trabajan bajo esta modalidad, no contaba con ART.
En el mismo sentido, si un trabajador o trabajadora padece alguna enfermedad o debe cumplir algún compromiso por el cual no pueda ejercer su labor, ese día no recibirá retribución alguna.
Los riders se sienten presionados por las exigencias en cuanto a rapidez y eficiencia que mantienen las aplicaciones, que proveen a los clientes un sistema de calificaciones para puntuar a quien le llevó la comida o lo que hayan pedido. Si se suma una cierta cantidad de apreciaciones negativas, las cuentas de los repartidores pueden ser suspendidas o directamente dadas de baja.
Las medidas de seguridad para enfrentar al COVID-19 las debe adoptar generalmente cada ciclista/motociclista. Las empresas no proveen los elementos necesarios y estos deben ser costeados por los trabajadores.