Las carreras de perros raza galgo están al borde de quedar prohibidas por el Congreso Nacional, donde una ley con media sanción en el Senado será discutida en la Cámara de Diputados. En Mendoza se trata de una práctica muy popular, sobre todo en las zonas rurales, y genera voces a favor y en contra. ¿Se trata de un simple deporte o una aberración a los derechos de los animales?
El proyecto de ley recibió apoyo prácticamente unánime en el Senado y la comisión de Legislación General de la Cámara de Diputados emitió dictamen sobre el proyecto de ley que prohíbe a nivel nacional las carreras de galgos. El proyecto está listo para ser votado en el recinto de sesiones y se pensaba que la decisión se tomaría en los días pasados, pero finalmente se postergó para la semana que comienza.
Igualmente, tanto legisladores oficialistas como opositores han mostrado su intención de votar para que las carreras de perros queden prohibidas en todo el territorio nacional. Hay algunas provincias, como Buenos Aires, donde ya hay leyes locales que no permiten realizan carreras de animales (a excepción de caballos), pero Mendoza es una de las que presentan un vacío legal.
"En Mendoza hay muchísimos galgódromos, sobre todo en Uspallata, el Valle de Uco y el sur de la provincia. Funcionan de forma ilegal, porque aunque las carreras están permitidas, lo que está prohibido son las apuestas ilegales. Esperemos que pronto también esté prohibido realizar este tipo de prácticas donde se trata a los perros como objetos", comentó a Sitio AndinoLiliana Diamand, activista contra las carreras de galgos.
"Los galgos que participan en las carreras son drogados y estimulados de distintas formas para que corran más rápido. A los que pierden los abandonan o los matan y a las hembras las hacen parir hasta 3 veces por año. Es una aberración", agregó Diamand.
Si bien en la actualidad estas carreras se realizan a escondidas, el principal problema con que se encuentran las autoridades al momento de realizar un allanamiento es que no hay ilegalidad si no se demuestra que se está apostando dinero. "Cuando la Policía llega no puede hacer nada porque las apuestas las hacen en otro lado y los pagos también. Lo hacen parecer como un deporte, pero no lo es", explicaron desde una ONG de defensa de los animales.
Los galgueros, por su parte, aseguran que los perros que corren las carreras son de su propiedad y los cuidan como a mascotas domésticas. "Se los hace correr por deporte y porque son animales que necesitan grandes espacios y distancias para estar bien físicamente. No es verdad todo lo que se dice sobre drogas o castigos a los animales. Esto es una pasión, no lastimamos a nadie", contrastó Diego, un propietario de San Rafael que hace correr a su perro los fines de semana y habló con Sitio Andino.
"Es injusto que se prohíban las carreras de galgos. Si el problema son las apuestas ilegales entonces que lo maneje el Estado, como en el caso de los caballos, y se acabó el problema", agregó el hombre, quien pidió no difundir su apellido "Por el desprestigio injusto que generan estas carreras".
La norma que está pronta a ser tratada en el Congreso Nacional prevé penas de hasta 4 años de prisión para quienes organicen o fomenten carreras de galgos. En tanto también se fijan multas de hasta $80.000 para los participantes.
En Mendoza, a diferencia de otras provincias, no hay una ley y ni siquiera un proyecto en la Legislatura contra este tipo de prácticas. No obstante, desde las asociaciones animalistas aseguran que, una vez que se apruebe la norma en el Congreso Nacional, saldrán a exigir que se cumpla en todos los peldaños del Estado.
No hay un número certero de galgueros en nuestra provincia. No obstante el año pasado, en época de elecciones generales, para protestar contra esta ley se pidió introducir la foto de un perro en el sobre en lugar de la de un candidato y se logró anular cerca de 300.000 votos a nivel nacional.