El CEO de Bodega Norton, Michael Halstrick, analizó la coyuntura vitivinícola. Sin dejar de lado el optimismo, dijo que es necesario un cambio en el tipo de cambio, que el futuro está en la exportación. Que el vino argentino necesita del mundo para crecer y que el futuro está en Asia y China, para lo que se deben coordinar los esfuerzos y armar una estrategia público y privada conjunta. En diálogo con SitioAndino, habló del negocio 360º y de la necesidad de que el productor de uvas como la bodega, el distribuidor y el retail ganen, brindando un producto de calidad y competitivo para el consumidor.
-Siempre tratamos de ser positivos y de empujar para adelante. Y la verdad es que nos está yendo bastante bien. Estamos creciendo mucho en Estados Unidos y también en el mercado interno dado que nosotros manejamos nuestra propia distribución. Y más allá de que hay viento en contra, nada es tan malo que no es bueno para algo. Ese es un dicho que yo particularmente tengo y no quiero pensar en negativo porque no sirve. En momentos negativos justamente hay que mantener el entusiasmo y empujar para adelante.
-Sin embargo, la vitivinicultura en general está pasando por una coyuntura difícil y esto está abriendo debates estructurales. ¿Cómo ve la vitivinicultura en general?
-Ahora está jugando en contra el tipo de cambio que no nos favorece porque el mundo cada vez es más competitivo y nosotros estamos lejos del mundo. Y esto también se complica por el dólar fuerte que genera la bajada del euro, que pasó de 1,30 a 1,03 dólares por euro. Esto hace que los márgenes que tenían nuestros retails (comercializadores) en Europa ahora no los tengan. Esto si nos complica, pero más allá de eso en nuestro caso vamos a seguir empujando y buscando oportunidades para no perder clientes. Vamos a estar cerca del mercado buscando nuevas oportunidades, con nuevos vinos o alguna innovación si es necesario.
Pero veo algo que es importante en general para la industria. Estamos individualmente peleándonos para ganar distintos mercados cuando el mundo del vino en general necesita abrirse paso cada vez más hacia Asia y China en particular. Los chinos están tomando cada vez más vino y eligen vinos franceses pero también del nuevo mundo. Aquí Argentina tiene una gran oportunidad de empujar y lógicamente lo tienen que hacer las bodegas pero también nos tiene que ayudar el Gobierno argentino. Hay que poner las cosas en práctica ya, sino estamos siempre con el mismo lago de vino. Hay que abrirse y dar valor.
Hay en general un decrecimiento de las exportaciones de vinos de Argentina y eso hay que levantarlo porque el mercado interno no está creciendo en más vino. Seguimos con un consumo per cápita de 23 litros y el gran crecimiento y el auge se dio por las exportaciones. Y ahí sí, siendo positivos y sin aflojar, necesitamos ser más competitivos y en algún momento algo tiene que cambiar con el tipo de cambio para que podamos insertar y promocionar mejor nuestros vinos en el mercado externo.
-¿Este cambio puede darse este año o hay que esperar a un nuevo gobierno?
-No quiero criticar a nadie, ni decir cuándo debería pasar. Yo creo que es algo que debería pasar porque uno no puede quedarse afuera del mundo. El mundo es competitivo y nosotros necesitamos al mundo para seguir creciendo. Nosotros no podemos solamente crecer en nuestro jardín, allí donde nosotros vivimos. Lo interesante para cualquier país es hacer pie y levantar bandera en todos los mercados y países posibles. Y eso desde la vitivinicultura lo estuvimos haciendo durante muchos años y muy bien; pero ahora cuesta mucho más porque el tipo de cambio no nos favorece.
-La coyuntura está dando pie a nuevos debates. Incluso se habla de reformar el Plan Estratégico. ¿Usted qué opina?
-El tipo de cambio no nos favorece. El dólar y el euro no nos favorecen. Yo creo mucho en el negocio 360º: los viñateros deberían ganar plata, las bodegas deberían ganar plata, el trade (supermercados, vinotecas, restaurantes, etc.) debería ganar plata y al final el consumidor debería poder ganar al tomar un excelente vino con una inmejorable relación precio calidad. Y esto Argentina lo tiene en condiciones razonables cuando el negocio 360º funciona bien. Y hoy justamente los viñateros necesitan que su uva valga y para esto se necesita que se abra nuevamente el mercado internacional. Esto no es ningún secreto.