El empresario Alejandro Vandenbroele, capturado el pasado viernes en nuestra provincia, permanecerá detenido en una celda de los Tribunales Federales hasta mañana, por lo menos, ya que el juez Walter Bento aún no decide el pedido de excarcelación presentado por la defensa.
El hombre, acusado de presunto lavado de dinero en una causa en Uruguay, fue alojado en un calabozo de la U32 de los tribunales de calle España y si bien ayer fue notificado de los cargos en su contra, su abogado defensor, Germán Soria, solicitó la excarcelación.
Por esta razón, Bento pidió sus antecedentes, que aún no han llegado a sus manos.
La excarcelación está en trámite, hemos recibido los antecedentes que en este momento están en la fiscalía, pero hoy no se va a resolver, explicó el magistrado, quien tiene 24 horas para tomar una decisión una vez que el dictamen llegue a su escritorio.
Esta mañana, por su parte, Vandenbroele fue notificado por Bento de un pedido de un juzgado en lo penal y económico de Capital Federal, en el cual solicitan que concurra en los próximos días para prestar declaración indagatoria.
Tras esta notificación, fue alojado nuevamente en la celda del subsuelo de los tribunales.
Respecto a la extradición solicitada por el juez uruguayo Néstor Valetti, sigue sin avanzar ya que no ha llegado la documentación de parte de cancillería.
Será la Cancillería Argentina la que nos informe qué hacer con el detenido, explicó ayer Bento.
Vandenbroele fue detenido el viernes en Chacras de Coria, donde vive su ex mujer, Laura Muñoz, y desde ese día permanece en el edificio de la Justicia Federal.
El empresario estuvo a cargo del manejo de la ex Ciccone y está acusado de ser testaferro del vicepresidente Amado Boudou.
La causa uruguaya
La Justicia uruguaya comenzó la investigación en abril de 2012, cuando la Unidad de Información y Análisis (UIAF) dependiente del Banco Central de Uruguay (BCU) notó sospechosa la transferencia de 620.000 dólares a favor de The Old Fund (Compañía de Valores Sudamericana) por la empresa Dusbel S.A, de la cual el empresario sería el titular, que nunca antes había transferido importes superiores a los 10 mil dólares, y denunció ante la Justicia el caso, provocando el inicio de las indagaciones sobre Vandenbroele.