El ex Alcohol Etílico reestrenó en el Teatro Independencia su ópera rock inspirada en la leyenda de la Difunta Correa. Una obra musical que conmueve por su vuelo poderoso y épico.
Suele pasar que cuando algo que sucedió -sobre todo en el terreno de lo artístico- ha sido sumamente maravilloso, las palabras para describirlo después, no alcanzan hacerle honor. Esto sucede porque en el plano lingüístico el cerco para moverse queda estrecho cuando lo que se ha movilizado tiene que ver con las emociones, con el espíritu.
La cantautora, San Amaya, la voz perfecta para la pieza musical.
Es en esta dirección que ha apuntado, Natalio Faingold, con su ópera rock Deolinda Correa que se reestrenó este viernes en el Teatro Independencia.
La pieza, inspirada en la leyenda de la mujer que murió de sed en el medio del desierto y que por medio de un milagro logra salvar a su pequeño hijo, es de un virtuosismo compositivo y una sensibilidad tan grande, que escucharla se convierte en un verdadero disfrute.
De un lado está Faingold en el piano y en el otro extremo del escenario se oye el punteo de la guitarra del talentoso Sebastián Rivas. Ambos, se convierten en los estandartes perfectos para matizar las melodías que irán recreando los instantes más significativos del relato. En el medio, Germán Peña en el bajo, Didier Turello en batería y Samuel Aspe en guitarra acústica acompañan con maestría. Y claro, la voz de Sandra Amaya, aparece justo ahí para hacer vibrar el alma con la canción justa.
Gentileza Teatro Independencia
Natalio Faingold presentó en el Teatro Independencia la ópera rock "Deolinda Correa".
Este es el poderoso combo de artistas mendocinos del cual se nutre la creación musical del ex Alcohol Etílico. Lo más rico del grupo es que cada uno se ajusta al todo para que sea la propuesta en su unidad la que brille. Además de un cuidado trabajo audiovisual que se suma para colorear la atmósfera.
Por momentos hasta da pudor aplaudir, por temor a cortar la mística de una historia musical que no merece interrupciones. Deolinda Correa, es sin lugar a dudas, una obra musical poderosa y épica. Un extraordinario trabajo de Faingold que ya invita a ilusionarse con la tercera parte de la trilogía de leyendas iniciada por El Futre.