Especialistas advierten que los implantes inyectables de silicona están prohibidos en todo el mundo
Ya sea en rostro, senos o glúteos, por lo que "no hay que confiarse ni seguir a la manada", advierten desde la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper).
Los implantes inyectables de silicona "están prohibidos en cualquier indicación estética en todo el mundo" ya sea en rostro, senos o glúteos, por lo que "no hay que confiarse ni seguir a la manada, porque se convierte al cuerpo en una bomba de tiempo que estalla tarde o temprano", advirtieron los especialistas.
"Las consultas por complicaciones a causa de inyecciones de productos que aumentan de volumen senos o glúteos crecieron en los últimos tiempos; esto se está transformando en una epidemia y notamos que el público no está correctamente informado", dijo a Télam Marcelo Bernstein, miembro de la Sociedad Argentina de Cirugía Plástica, Estética y Reparadora (Sacper).
Bernstein, también titular del área de Cirugía Plástica en el Hospital Interzonal de Agudos Ramón Carrillo de Ciudadela, precisó que esos productos inyectables "no están autorizados para su aplicación por el Ministerio de Salud de la Nación ni por Anmat".
"Las sustancias que tienen silicona como único componente o que forman parte de un compuesto están prohibidas para este tipo de indicaciones en todo el mundo. Es más, los implantes inyectables de silicona están prohibidos en cualquier indicación estética, ya sea en rostro o cuerpo", coincidió Raúl Banegas, también miembro de la Sacper.
Banegas, quien integra además la ASAPS (American Society for Aesthetic and Plastic Surgery), explicó que estos rellenos fueron furor en los 80 y los 90 "porque no existían otros productos que ofrecieran mejores resultados y mayor seguridad".
"Lamentablemente era lo único que teníamos y nos daba un resultado aceptable para esa época. También las complicaciones que teníamos estaban implícitas en nuestro quehacer diario, ya que había gran cantidad de granulomas, migraciones del producto hacia zonas no deseadas e infecciones", precisó.
A mediados de los 90, comentó, aparecieron productos más seguros, como la toxina botulínica y los rellenos de ácido hialurónico, que se aplican en el rostro.
Los rellenos en glúteos y senos "nunca fueron realizados por profesionales médicos, quedando en el terreno del submundo de la estética prohibida", aclaró Banegas, quien enfatizó que "no hay ninguna sustancia aprobada para aplicación mediante jeringa para aumento de mamas".
Los especialistas advirtieron que los riesgos de inyectarse silicona líquida en el rostro son "pómulos exagerados, labios totalmente deformados, duros al tacto y con pérdida total de la anatomía normal", pero remarcaron que los riesgos de inyectarse esa sustancia en el cuerpo "son aún peores".
"Como la silicona no puede sostenerse en la posición donde fue aplicada comienza a migrar, primero localmente, descendiendo al abdomen en el caso de las mamas y a los miembros inferiores en caso de los glúteos, produciendo complicaciones crónicas como trombosis de venas locales, taponamiento del sistema linfático local, mal funcionamiento de la evacuación de toxinas y células muertas por parte de vasos linfáticos", apuntó Banegas.
Esto causa infecciones locales "de muy difícil resolución" y en ocasiones lleva a la amputación de un miembro. "La migración de estos rellenos también puede ser sistémica y alcanzar los grandes vasos -señaló-, provocando trombo embolismos que llevan a la muerte".
Bernstein coincidió en esa descripción y agregó que "todos los pacientes sometidos a estas intervenciones tendrán complicaciones en el corto o largo plazo".
"Aplicar estos productos inyectables convierte al cuerpo en una bomba de tiempo que estalla tarde o temprano, por lo que recomendamos recurrir al médico ante el menor síntoma", remarcó.
Ambos profesionales recomendaron a quienes quieran someterse a intervenciones de este tipo que "acudan a un médico, en lo posible cirujano plástico, dermatólogo o ligado a la estética pero certificado, es decir, avalado por alguna sociedad que nuclee este tipo de actividad".
"Se debe tener cuidado con el producto que les van a inyectar: existen médicos que debido al gran margen de ganancia que dejan los productos como la silicona, se ven tentados a utilizar estas sustancias en lugar de productos reabsorbibles", apuntó Banegas.
En este sentido Bernstein agregó que "deben mostrarles el producto que van a utilizar; no hay que tener miedo o vergüenza de reclamar ésto. Y desconfíen del profesional que viene desde otra sala con el producto ya preparado, en una jeringa, sin haber abierto el blíster delante de ustedes", recomendó.
"No sigan a la manada: que alguna famosa de turno se haya sometido a un procedimiento de estas características no quiere decir que esté bien. Tampoco se dejen aconsejar por sus amigas o reportajes en revistas de actualidad, ellas quizás también han caído en un engaño por parte de un profesional inescrupuloso", advirtió Banegas. Fuente: Télam