"Este es el momento adecuado para San Jorge y para la minería nacional"
Fabián Gregorio, CEO de San Jorge, detalla el relanzamiento del proyecto como modelo de minería moderna, sustentable y con fuerte impacto económico en Argentina.
En el contexto de fuerte apuesta desde los gobiernos nacionales y provinciales por la minería a gran escala en la Argentina, el proyecto San Jorge, en Uspallata, vuelve a posicionarse como una de las iniciativas más prometedoras del sector. El grupo PSJ —acrónimo de Proyecto San Jorge, integrado por Zonda Metals (del grupo suizo Solway) y el Grupo Alberdi (del titular de la UIA, Martín Rappallini)—, proyecta la concreción de la primera mina de cobre y oro del país en comenzar a producir en los próximos años.
Fabián Gregorio, presidente de Minera San Jorge y CEO de PSJ Cobre Mendocino, se prestó a una entrevista durante la ARMinera con el podcast CLUBminero, que lleva adelante el decano del periodismo minero en Argentina, Daniel Bosque.
Durante la entrevista, Gregorio desarrolló los detalles clave de una iniciativa que combina viabilidad técnica, madurez regulatoria y potencial económico.
“Llevo 17 años en esta empresa, y hemos atravesado distintos hitos: informes de impacto ambiental, declaraciones públicas, debates… y aquí estamos todavía”, resume Gregorio. Hoy, el proyecto se relanza con mejoras técnicas, una estrategia de sustentabilidad más robusta y perspectivas de inversión que lo posicionan como un emprendimiento minero modelo para la Argentina.
San Jorge: las ventajas de un proyecto maduro
PSJ no parte de cero.“La fortaleza está en la baja dificultad que tiene para su desarrollo”, explica Gregorio. “Es una mina que se encuentra a baja altura, con acceso a agua, energía e infraestructura vial, lo cual nos facilita muchas cosas, incluido el financiamiento”.
El plan prevé la construcción de una planta concentradora con mejoras sustanciales respecto al diseño original. “Se le han introducido mejoras, como la toma eficiente de recursos hídricos, depósitos con cola en pasta, y soluciones energéticas más limpias. Pero básicamente, sigue siendo el mismo proyecto, con un nivel de optimización técnica que lo hace aún más competitivo”, explica Gregorio.
Producción, logística y energía
Las cifras proyectadas para el proyecto prevén 40.000 toneladas anuales de cobre fino y 40.000 onzas de oro, con una ley del concentrado del 26% y una humidificación del 9%. En tanto que para transportar el mineral, se estima un flujo de 15 a 20 camiones diarios.
En cuanto al consumo energético, Gregorio anticipa que “la planta demandará 32 megavatios, y estamos trabajando en una línea eléctrica desde la ciudad de Mendoza, aunque también evaluamos alternativas sostenibles, como la energía fotovoltaica, que podrían incorporarse en el marco de una inversión específica”.
Esa variante renovable está en análisis como parte de un nuevo CAPEX (NdR: fondos que una empresa utiliza para adquirir, modernizar y mantener activos físicos) que será presentado bajo el Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI). “Estamos definiendo un CAPEX de alto nivel, que podría incluir entre 50 y 70 millones de dólares solo para el componente energético. Son números significativos, pero necesarios”.
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Martín Rappallini, titular del UIA y socio del proyecto San Jorge, junto a Fabian Gregorio en la ARminera (Foto: Club Minero)
Inversión y financiamiento
El costo total de construir San Jorge se estima en 560 millones de dólares. Consultado sobre la fuente de financiamiento, Gregorio señaló que “estamos en conversaciones avanzadas con organismos financieros muy serios, altamente interesados. La escala y rentabilidad del proyecto nos configuran un escenario muy positivo”.
Además, el ejecutivo remarcó que el proyecto se encuentra en una etapa madura: “Estamos trabajando en los últimos ajustes para presentar el RIGI en las próximas semanas, lo que nos abriría muchas puertas para la estructuración financiera definitiva”.
Empleo y licencia social
Uno de los puntos clave del relanzamiento de San Jorge es el vínculo con la comunidad local y el compromiso con la sustentabilidad. “La respuesta está dada en la sustentabilidad, en una mirada interna profunda. Mendoza tuvo un periodo en que cerró el diálogo sobre minería, pero hoy se vuelve a abrir al debate, y es nuestra responsabilidad trabajar con la comunidad, con proveedores y actores locales” aseguró Gregorio.
Se estima que en la etapa operativa se emplearán más de 600 personas directamente y hasta 2.400 personas en total, considerando el empleo indirecto. Durante la construcción, el pico podría alcanzar las 3.900 personas.
“Estamos contentos con lo que podemos generar. Mendoza es una provincia con mucha capacidad industrial, y eso nos permite poner en valor bienes y servicios locales. Es una relación que genera una reciprocidad positiva”, destacó el CEO.
Una oportunidad estratégica
San Jorge podría tener una vida útil inicial de 16 años, pero si las condiciones del mercado lo permiten, la producción podría extenderse a 27 años, bajando la ley de corte.
En términos geográficos, la mina está muy bien conectada. “Tenemos una ruta internacional y asfalto hasta 10 kilómetros antes de la mina”, precisa Gregorio. Solo falta finalizar un tramo de la Ruta 149, que une con la localidad sanjuanina de Barreal, y que el grupo espera que “esté pronto en cartera de obras”.
El camino por delante
Con un marco regulatorio más claro, un diálogo social en marcha y una estructura técnica optimizada, San Jorge se presenta como el caso testigo de una minería moderna, eficiente y sustentable en Argentina.
“Este es el momento adecuado. Estamos convencidos de que San Jorge puede marcar un antes y un después en la minería argentina”, concluyó Fabián Gregorio en su charla con el podcast minero.