Desde hace bastante tiempo el cambio climático y sus nocivos efectos sobre poblaciones de todo el mundo y, en consecuencia sobre sus producciones agrícolas, es un motivo de preocupación.
Desde hace bastante tiempo el cambio climático y sus nocivos efectos sobre poblaciones de todo el mundo y, en consecuencia sobre sus producciones agrícolas, es un motivo de preocupación.
A partir del hecho que Valle de Uco se caracteriza por ser uno de los lugares privilegiados para la producción, resulta muy interesante conocer la opinión de expertos acerca de los efectos que ese cambio climático puede producir en la región. En particular porque las inusuales temperaturas otoñales podrían provocar reacciones no habituales en los cultivos.
El Ingeniero Eduardo Trentacoste, de INTA La Consulta, hace notar que los excesos pueden ser por presencia o ausencias de calor y que, en el caso de este verano extendido que estamos viviendo, provoca que las plantas demoren su proceso de preparación para el invierno. Esa situación no es buena para ningún tipo de cultivo.
Por su parte, Gabriel Rizzato, responsable de Contingencias Mendoza en el Valle de Uco, considera que si bien es cierto el retraso de los cultivos en su preparación para las bajas temperaturas, ese dato no debería tener mayor incidencia porque, en definitiva, lo que se tiene en cuenta son las horas de frío que acumulan las plantas. Temperaturas que se consideran a partir de los 7° y que son evaluadas con la llegada de la próxima primavera.
En síntesis, por más que gran parte de la población no le preste atención a las señales que nos envía el planeta -y cuando se habla de cambio climático pareciera que se habla de otro lugar y no del Valle de Uco-, lo cierto es que el oasis centro de Mendoza no está exento de esa problemática.
La crisis hídrica se ha hecho sentir muy fuerte. De ese dato no hay discusiones. Y estas inusuales temperaturas que estamos viviendo en el mes de mayo hablan de un panorama, al menos, complicado para el futuro.