La Caverna de las Brujas se encuentra a 8 km al norte de la ruta Nº 40, en Bardas Blancas, a 65 km de Malargüe. Su área abarca 450 hectáreas y fue declarada reserva en 1990.
Con 3.000 metros de galerías y leyendas indígenas, este lugar en Malargüe es uno de los destinos más enigmáticos del sur mendocino.
La Caverna de las Brujas se encuentra a 8 km al norte de la ruta Nº 40, en Bardas Blancas, a 65 km de Malargüe. Su área abarca 450 hectáreas y fue declarada reserva en 1990.
Esta caverna subterránea alberga rocas marinas antiguas y una cavidad cubierta de formaciones minerales como estalactitas, estalagmitas y columnas. Se extiende por más de 3.000 metros de galerías de rocas calcáreas del Jurásico.
En la Caverna, predominan decoraciones de calcita, yeso y ópalo. Entre los espeleotemas destacan las estalactitas y estalagmitas, que se encuentran en las paredes y suelos. También hay depósitos de flujo de colores blancos, amarillos y pardos.
La Caverna de las Brujas se formó por la acción de aguas subterráneas durante el levantamiento de la Cordillera en el Terciario. La infiltración de agua durante el último período glacial favoreció la ampliación de sus pasajes.
Aunque la flora y fauna de la Caverna siguen siendo un misterio, se sabe que alberga murciélagos, arañas y pequeños insectos como colémbolos, que habitan en su interior, según publica mendoza.gov.ar.
Los aborígenes utilizaban la primera sala para rituales. Según las leyendas, mujeres cautivas se refugiaron en la Caverna y sus misteriosas apariciones originaron el nombre "Caverna de las Brujas". Las leyendas narran sobre luces y ruidos inexplicables que generaron terror entre los lugareños.