El Sindicato de Trabajadores Viales y ATE cargaron contra el Ejecutivo por la eliminación del organismo. Advirtieron sobre el abandono de rutas y miles de despidos.
Los sindicatos viales, en alerta por el anuncio del oficialismo
Foto: NAEl anuncio del Gobierno nacional sobre el cierre definitivo de la Dirección Nacional de Vialidad (DNV) y otros organismos vinculados al transporte generó una inmediata reacción de los gremios estatales, que acusaron al presidente Javier Milei y al ministro Federico Sturzenegger de poner en riesgo vidas humanas y provocar un “genocidio en las rutas”.
Graciela Aleñá, secretaria general del Sindicato de Trabajadores Viales y Afines (STVyARA), lanzó una durísima advertencia tras la confirmación del decreto: “Nos vamos a morir todos en las rutas argentinas. Es una vergüenza. Están armando negocios con este cierre”, afirmó.
La dirigente gremial denunció que el cierre de la DNV “deja a más de 5.500 trabajadores en la calle”, abandona 118 rutas nacionales y más de 40 mil kilómetros sin mantenimiento ni cobertura, y desmantela la capacidad operativa del Estado para planificar y ejecutar obras viales.
Para Aleñá, lo que el Gobierno presenta como una “reorganización administrativa” es en realidad una avanzada ideológica para achicar el Estado y reemplazar la gestión pública por esquemas de tercerización y privatización.
“El Gobierno miente sobre nuestras funciones. El desfinanciamiento fue deliberado, y ahora lo usan para justificar el cierre”, aseguró.
La gremialista también cuestionó el traspaso de funciones de Vialidad al Ministerio de Economía, señalando que se pierde la mirada federal y técnica de la planificación vial.
“Lo que se impone es una lógica de mercado: la inversión irá donde haya rentabilidad, no donde haya necesidad social o conectividad”.
Además, denunció que los bienes públicos de la DNV, como edificios y maquinarias, pasarán a ser liquidados por la AABE: “Ahí sí funcionan bien, para hacer negocios con el patrimonio de todos los argentinos”.
Desde ATE Nacional también hubo fuertes críticas. Su secretario general, Rodolfo Aguiar, pidió a los gobernadores que “dejen el letargo” y se opongan al decreto: “Los queremos ver poniendo la cara por cada uno de los distritos. Esto es un retroceso sin precedentes. Lesiona el federalismo y mutila el desarrollo regional”.
El dirigente advirtió que se ponen en riesgo millones de vidas por el deterioro de las rutas y el abandono del mantenimiento. Y alertó sobre la creación de “una gran caja negra para la política” con la nueva Agencia de Control de Concesiones.
“Buscan privatizar tareas estratégicas. Esto es el desmantelamiento de estructuras claves para la soberanía nacional”, señaló.
Aguiar también apuntó contra el traspaso del control del tránsito a Gendarmería, lo que consideró una “militarización” de las rutas nacionales: “Es una ilegalidad manifiesta que ahora sea una fuerza armada la encargada de esa tarea”.
Ambos sindicatos anticiparon que intensificarán las medidas de protesta en distintos puntos del país. La situación afecta no solo a los trabajadores despedidos, sino también a la estructura técnica y profesional del Estado en materia de planificación y control de obras viales.
Desde STVyARA recordaron que la Dirección Nacional de Vialidad fue creada en 1932 como respuesta a las necesidades del transporte automotor, y alertaron que su eliminación deja vacíos operativos que el sector privado no podrá cubrir con transparencia ni eficacia.
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