Juventud, dolor y celebración. Así se llevó a cabo otra edición de la Fiesta Diocesana, el agasajo a Nuestra Señora del Rosario que, una vez más, reunió a miles de fieles, entre ellos, varios jóvenes de distintas partes de la provincia.
Juventud, dolor y celebración. Así se llevó a cabo otra edición de la Fiesta Diocesana, el agasajo a Nuestra Señora del Rosario que, una vez más, reunió a miles de fieles, entre ellos, varios jóvenes de distintas partes de la provincia.
Sin embargo, a diferencia de otros años, esta vez fue casi sin presencia política, a pesar de que faltan 21 días para las elecciones legislativas.
En ese sentido, sólo asistieron al Teatro Griego Frank Romero Day el ministro de Desarrollo Social, Guillermo Elizalde y el candidato a diputado por el FPV, Alejandro Abraham, quien se retiró a los pocos minutos de llegar.
Unas 6 mil personas llegaron al teatro, y si bien la asistencia no fue como en ocasiones especiales, los presentes disfrutaron durante las casi dos horas que duró la celebración Feliz de ti, que has creído.
Fue la tarde en que el monseñor Carlos María Franzini dio su primera homilía en una Fiesta Diocesana, haciendo hincapié en la fe.
Celebremos con alegría nuestra fe. Esa fe que recibimos con gratitud de nuestros mayores y que se ha plasmado de tantas formas en nuestra vida personal, familiar y social. Esa fe que ilumina toda nuestra vida, soltó durante la homilía.
También pidió: Como Iglesia de Mendoza seguimos adelante en nuestro camino pastoral para ser discípulos misioneros de Jesucristo, en comunión, para la vida de nuestro pueblo. La Fiesta Diocesana termina, pero la misión continúa.
A diferencia de otros años, Franzini eligió esta vez dar un relato estrictamente católico, hablando de la fe, y haciendo hincapié en dichos del papa Francisco y su antecesor Benedicto.
A pesar que la provincia se prepara para unas elecciones, no hubo espacio alguno para enviar un mensaje a los candidatos, como así tampoco se tocaron temas de sociedad, como inseguridad y educación que, en otras ocasiones, han tenido buen espacio dentro de la homilía.
La celebración se llevó a cabo bajo un fuerte calor que provocó la intervención de asistentes médicos en varias ocasiones, debido a que algunos espectadores sufrieron bajas de presión o desmayos por las altas temperaturas.