A fines del 2009, la Corporación Vitivinícola (Coviar) puso en marcha un programa destinado principalmente a los pequeños productores con un objetivo primordial: integrarlos a la cadena vitivinícola.
A fines del 2009, la Corporación Vitivinícola (Coviar) puso en marcha un programa destinado principalmente a los pequeños productores con un objetivo primordial: integrarlos a la cadena vitivinícola.
Desde la organización, sabían que para lograr esta meta era necesario fortalecer al primer eslabón (viñateros con menos de 20 hectáreas) y para ello, decidieron impulsar un proyecto que fomentara su asociación y evitara el aislamiento.
Así, y gracias a un financiamiento de 50 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el apoyo del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación (Magyp), surgió el Proyecto de Integración de Pequeños Productores a la Cadena Vitivinícola.
¿De qué se trata?
Un productor firma el contrato de asociación.
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Además, con la asistencia de un ingeniero agrónomo, se crea un plan de negocios para cada integrante del grupo, analizando las mejoras o inversiones prioritarias para la finca o bodega.
Luego, el BID entrega un aporte no reembolsable (subsidio) de 20.000 dólares a cada viñatero para que implemente ese plan y así, mejore tanto la calidad como la cantidad de su producción.
De la misma forma, las bodegas asociadas también reciben un aporte financiero para mejoras o inversiones.
Un subsidio distinto
Un dato importante a destacar es que ni los productores ni los establecimientos reciben el aporte en dinero, sino en materiales, servicios y asistencia técnica (según el respectivo plan de negocios).
De esta manera, el proyecto se asegura que el dinero sea destinado a mejorar las producciones viñateras y las instalaciones de la bodega.
Asistencia técnica y cambio cultural
Sin perjuicio del aporte para la renovación de fincas y bodegas asociadas al Proyecto, uno de los aspectos más destacados por los supervisores del BID es el cambio cultural productivo que implica la asociación y la asistencia gratuita de técnicos profesionales durante 4 años.
Resultados positivos
A fines del año pasado, 1.764 viñateros y 92 bodegas ya eran parte del programa y así, se lograron mejoras en 9.115 hectáreas de todo el país. Esto implica un poco más de 25 millones de dólares aportados por el BID para la renovación de pequeñas viñas y bodegas.
Un productor asociado con la madera que recibió gracias al programa.
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El 50% de los aportes que está entregando el proyecto han sido aplicados a la renovación de estructuras del viñedo, replante y alambres. Un 20% están dedicados a la reposición de plantas falladas por variados motivos; otro 10% se ha destinado a la aplicación de equipos de riego moderno; 10% a tela antigranizo y el resto a la compra y reposición conjunta de maquinarias.
Incluso, variosestablecimientos bodegueros, ya habían acordado con el Banco de la Nación el uso de una línea de crédito por 100 millones de pesos que dispuso el Magyp para las bodegas y establecimientos vitícolas que se hubieran sumado al programa de Integración de Pequeños Productores Vitivinícolas.
Para más información: (0261) 423 7251 4237287 (Centro y Norte de Mendoza) / (0260) 4422290 4422312 (Sur) / www.integracionvitivinicola.com.