La jardinería en verano puede ser un desafío cuando tu espacio no tiene sombra y el sol pega fuerte. Sin embargo, existen plantas que no sólo toleran la exposición solar directa, sino que prosperan y regalan las flores más hermosas.
Si te apasiona la jardinería, pero tu espacio recibe sol directo todo el día, estas tres plantas resistentes te sorprenderán con sus flores y su belleza.
La jardinería en verano puede ser un desafío cuando tu espacio no tiene sombra y el sol pega fuerte. Sin embargo, existen plantas que no sólo toleran la exposición solar directa, sino que prosperan y regalan las flores más hermosas.
Aunque muchos asocian el calor extremo con plantas quemadas o marchitas, lo cierto es que hay especies que parecen diseñadas para sobrevivir al verano argentino. Estas plantas son resistentes a las altas temperaturas y sus flores lucen más vibrantes y saludables cuando reciben luz solar plena. Además, son ideales para quienes buscan un jardín colorido y bajo mantenimiento. A continuación, te presentamos tres opciones perfectas para el verano: resistentes, hermosas y, lo mejor, amantes del sol.
La lavanda es conocida por su fragancia relajante y por su capacidad para crecer a pleno sol. Esta planta requiere un suelo bien drenado, preferentemente arenoso, y un riego moderado. Evitar encharcar es clave para mantenerla sana. Además, es ideal para macetas de terracota, ya que estas favorecen la evaporación del agua.
Durante el verano, podar las flores secas estimulará nuevas floraciones, manteniendo la planta prolija y productiva. La lavanda también tiene un uso decorativo y medicinal, convirtiéndola en una de las favoritas para cualquier jardín.
El romero no sólo embellece el espacio con sus pequeñas flores azuladas, sino que también es un símbolo de buena suerte y protección. Esta planta mediterránea crece vigorosa bajo el sol directo y requiere un suelo bien drenado.
Aunque tolera la sequía, agradece un riego profundo una vez por semana. Podar el romero regularmente ayuda a darle forma y evita que las ramas se vuelvan leñosas. Además, sus hojas son ideales para usos culinarios, haciendo que sea una planta tanto funcional como ornamental.
Los geranios son un clásico de la jardinería, y no es para menos: sus flores vibrantes, que van desde el rojo hasta el fucsia, alegran cualquier rincón. Esta planta necesita un riego frecuente, pero es fundamental dejar que el sustrato se seque entre cada riego.
Colocarlos en macetas con agujeros de drenaje evitará que las raíces se pudran. Además, retirar las flores marchitas estimula la producción de nuevas y prolonga la floración durante todo el verano.
Con estas tres opciones, la jardinería en verano deja de ser un desafío y se convierte en una experiencia gratificante. El sol pleno puede ser tu mejor aliado para disfrutar de un jardín lleno de color y vida. ¿Cuál de estas plantas sumarás a tu hogar?. /Mundo deportivo.