Mendoza no es ajena a la situación a raíz de la influenza o gripe aviar que de a poco se expande por distintos puntos del país y genera preocupación. Es que si bien por el momento la provincia se mantiene a salvo de casos por la enfermedad, algunas medidas del Senasa ya ponen contra las cuerdas a varios operadores del sector avícola en la provincia, mientras la producción (y los precios) acusan el impacto.
"Casos de influenza aviar no hay en la región. Mendoza no registró ninguno y se esta intensificando vigilancia al igual que en todas las provincias del país", señalaron desde Senasa (Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria) respecto a las granjas locales.
Varias decenas de establecimientos habilitados en Mendoza que son parte de un monitoreo preventivo permanente del Senasa. Días atrás, uno quedó bajo la lupa del organismo nacional por fallas en materia de bioseguridad.
Sin embargo, la firma (cuyo nombre se mantiene en reserva por cuestiones legales) dispondrá de hasta 180 días para "adecuarse a la normativa vigente".
Impacto en los precios
Al respecto, Sitio Andino intentó obtener alguna declaración sobre cómo repercute la situación sanitaria en el mercado y sus precios, pero desde la Unión Avícola regional no hubo respuestas.
Aunque prima la reserva al hacer declaraciones, para los productores la enfermedad llega en momentos en que la demanda supera a la oferta. Lo atribuyen a un corrimiento a raíz de la suba incesante de los precios de la carne vacuna, pero tampoco se desconoce que los controles más estrictos pueden condicionar al nivel de producción.
Sin embargo, en el eslabón comercial observan una merma de la producción avícola, con la consecuente suba de precios. Un ejemplo es el de los huevos: luego de oscilar entre los $650 y $700, en los últimos días el maple por 30 unidades dio un fuerte salto hasta rozar en algunos puntos del Gran Mendoza los $1000 O sea, más del 40%, del cual un 20% se registró en los últimos días.
¿Y el pollo? Aunque el tipo fresco refrigerado acumula una suba por kilo de alrededor del 20% en lo que va de febrero, advierten que los problemas ya empezaron: es que las heladas también pegaron fuerte sobre grandes superficies productivas de trigo, uno de los cereales utilizados para alimentar a las aves, a razón de 9 kilos por kilo de animal.
Néstor Peñate, de la firma Granja Benedetti, señaló que "entre lo que pasó con la carne vacuna y la de cerdo, desde fines de enero el volúmen de venta se incrementó entre el 15% y 20%. Ahora, el incremento de los huevos muestra un faltante, y que el nivel de producción no es el mismo, aunque también es cierto que aumentó la demanda".
Lo que viene, como consecuencia directa del avance de la gripe aviar, aún es una incógnita. Un indicio de un cuadro preocupante por venir es el déficit que ya se nota de pollos bebé, un factor clave para la cadena de producción.
Causales de infracción
Según el artículo 11 de la disposición 1699/2019, si Senasa detecta infractores en cuanto a la salubridad de los galpones de producción en las granjas, los afectados pueden presentar una nueva solicitud de habilitación sanitaria.
"Los titulares cuyo pedido de habilitación sanitaria haya sido rechazado o se le haya cancelado la habilitación oportunamente otorgada, pueden solicitar una nueva habilitación sanitaria en la medida que se dé cumplimiento con lo establecido en la presente resolución", dice la medida, que contempla otra inspección de Senasa para certificar el cumplimiento antes de habilitar nuevamente al establecimiento avícola.
De acuerdo a esa medida, hay varias causales de infracción. Entre otras las vinculadas a la higiene del lugar, el distanciamiento entre galpones donde se ubican las aves y otras medidas que garanticen la bioseguridad del espacio.
En parte, el hacinamiento de aves y algunas condiciones de salubridad deficientes son algo habitual en distintos establecimientos de Mendoza. La ley observa (y exige) el manejo integrado de moscas y roedores, prohíbe la presencia de otro tipo de animales y también obliga un análisis microbiológico del agua 1 vez por año, como máximo.
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Recomendaciones del Senasa para que los productores sepan cómo actuar ante casos de gripe aviar y dónde denunciarlos