Encajes bancarios: qué son y cómo afectan al dólar, depósitos y billeteras virtuales
El BCRA sube encajes para absorber circulante y contener el dólar. Cómo impacta en bancos, billeteras virtuales y rendimiento de los depósitos en pesos
Como parte de las medidas destinadas a contener la disparada del dólar hacia el techo de la banda de flotación, el Ministerio de Economía de la Nación junto con el Banco Central de la República Argentina (BCRA) anunció un incremento en los encajes bancarios, en busca de absorber liquidez en la pelea que viene sosteniendo con los bancos por ver quién se queda con los pesos del sistema.
¿Qué son los encajes bancarios y por qué se modifican?
El encaje bancario constituye la porción de los depósitos que los bancos deben mantener indisponible, como garantía para cubrir eventuales retiros de sus clientes. En términos prácticos, es el dinero que las entidades financieras están obligadas a inmovilizar en sus cajas o en cuentas del Banco Central, por lo que no está disponible para préstamos o inversiones. Así, el encaje se erige como un instrumento de política monetaria indirecta, influyendo sobre la cantidad de dinero circulante en la economía.
El aumento dispuesto por el BCRA es de 4 puntos porcentuales y se aplica para todos los depósitos en pesos, tanto a la vista como a plazo fijo. Según lo detallado por la entidad, cada punto porcentual adicional implica aproximadamente $20.000 millones menos de liquidez en el mercado. Por ende, la medida adoptada absorberá cerca de $80.000 millones. Esta suba se suma a otras implementadas recientemente: un alza de 3 puntos porcentuales el 18 de junio y un incremento adicional, de 2 puntos, previsto para el 18 de julio.
Claves de la normativa y alcance
El BCRA aclaró que la decisión no afectará los depósitos denominados en Unidad de Valor Ajustable (UVA) ni los realizados en moneda extranjera, manteniendo vigentes las excepciones y franquicias. Además, para las cuentas bancarias a la vista, el nivel global de encaje permanecerá en 45%, aunque se modifica su composición interna: la fracción cubierta en efectivo se eleva del 36% al 40%, y la correspondiente a integración en bonos se reduce del 9% al 5%.
El nuevo esquema impacta también en los fondos comunes de inversión denominados "money market", vehículo preferido por las billeteras virtuales para remunerar el saldo de sus usuarios. El encaje exigido para estos fondos se duplicará, pasando del 20% al 40%. De esta forma, el Banco Central busca “igualar los encajes sin importar qué entidad recibe el depósito”, abarcando tanto a bancos tradicionales (CBU) como a cuentas virtuales (CVU).
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Mediante el aumento de los encajes el Gobierno busca retirar pesos del mercado para que no presionen sobre el dólar.
Efectos esperados sobre el mercado y los usuarios
La estrategia persigue un doble propósito: absorber pesos de la plaza financiera para reducir presiones cambiarias (particularmente sobre el dólar) y avanzar hacia una unificación gradual de los requisitos de encaje, eliminando distorsiones regulatorias entre los distintos canales de captación de depósitos.
Sin embargo, la medida tiene efectos concretos sobre los rendimientos que perciben los usuarios de billeteras virtuales (como Mercado Pago, Ualá, Naranja X y Personal Pay). Estas plataformas suelen invertir el dinero de sus clientes en instrumentos de alta liquidez, como los fondos "money market". Al aumentar el encaje obligatorio, una proporción mayor debe quedar inmovilizada, lo que limita la capacidad de inversión de las entidades y, por ende, reduce los intereses que pueden ofrecer a los ahorristas.
El endurecimiento de los encajes, si bien responde a una necesidad coyuntural de frenar la dolarización y la escalada de la divisa estadounidense, también constituye un paso hacia un marco regulatorio más homogéneo y transparente.
Perspectivas y análisis
Históricamente, el nivel de encaje es una de las herramientas preferidas de los bancos centrales para manejar la liquidez sistémica. Una suba en los requerimientosencarece el crédito y disminuye la cantidad de dinero circulante, lo que, en teoría, ayuda a frenar la inflación y estabilizar el tipo de cambio. Sin embargo, el golpe a los rendimientos de los ahorristas y usuarios de billeteras digitales puede desincentivar el ahorro local a corto plazo, mientras la inflación continúa erosionando el poder adquisitivo de salarios que siguen perdiendo frente a los precios.