El Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) concretó una intervención técnica clave para optimizar la comercialización del aceite de oliva argentino. En colaboración con la empresa Olimas S.A., ubicada en la localidad sanjuanina de Cienaguita.
En esa localidad donde conviven la actividad minera y agrícola el organismo nacional calibró 22 tanques de acero inoxidable con capacidades que oscilan entre los 14.000 y 60.000 litros, utilizados para el almacenamiento de aceite de oliva a granel.
El objetivo principal fue reducir las pérdidas de producto durante su traslado y comercialización, una problemática frecuente en el sector debido a las discrepancias entre los sistemas de medición. “La cuantificación del volumen despachado requiere correcciones por densidad y temperatura. Detectamos grandes diferencias entre lo calculado por volumen y lo medido por balanza, y por eso pedimos asistencia al INTI”, explicó Andrés Laino, director de Olimas S.A.
Precisión para mejorar trazabilidad y eficiencia
La tarea realizada por los técnicos consistió en determinar con precisión la capacidad volumétrica de los tanques y generar escalas de referencia que permitan medir con exactitud el volumen disponible. “La concordancia entre el volumen registrado en los tanques y el peso despachado será fundamental para detectar posibles pérdidas”, señaló Juan Pablo Crivari, responsable del Departamento de Control Metrológico del INTI.
Esta asistencia no solo representa una mejora para la trazabilidad y eficiencia de una empresa en particular, sino que también se enmarca en una estrategia nacional para potenciar la industria olivícola, uno de los pilares de las economías regionales. Argentina cuenta con más de 67.000 hectáreas cultivadas con olivos, y produce unas 33.000 toneladas de aceite de oliva por año, según datos de la Federación Olivícola Argentina. Mendoza, junto con San Juan, La Rioja y Catamarca, encabeza la producción por superficie cultivada y volumen.
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El INTI desarrollo sistemas de medición para mejorar la comercialización del aceite de oliva
Desarrollo tecnológico al servicio del sector
En este contexto, el INTI desarrolla diversas líneas de trabajo orientadas a fortalecer la cadena de valor y promover las exportaciones. “Detrás de cada calibración hay décadas de desarrollo tecnológico, experiencia y un equipo técnico altamente capacitado”, destacó Crivari.
Celebraciones y proyecciones del Mes de la Olivicultura
La intervención del INTI se da en paralelo con un amplio despliegue de actividades por el Mes de la Olivicultura, especialmente en Mendoza, donde el aceite de oliva virgen extra (AOVE) no solo es un motor económico, sino también un producto turístico y cultural.
Durante mayo, la provincia ofrece experiencias gastronómicas, visitas a almazaras y propuestas de oleoturismo bajo el sello Mendoza Oliva Bien, iniciativa que forma parte del programa Vivencias Mendocinas. Restaurantes locales incluirán en sus cartas platos especiales que tienen al AOVE como ingrediente destacado, y cerca del 50 % de las almazaras mendocinas lucen ya la certificación de Indicación Geográfica, garantía de calidad y procedencia.
La industria también trabaja en la promoción del AOVE como alimento protector, tanto en la dieta cotidiana como en investigaciones relacionadas con su aporte en tratamientos de salud, como en casos de trastornos del espectro autista (TEA), con el aceite alto en polifenoles que desarrolló el enólogo especializado en olivicultura Gabriel Guardía y que recibió reconocimientos internacionales.
Mientras tanto, las expectativas para la cosecha 2025 son alentadoras, con estrategias provinciales orientadas al fortalecimiento del capital humano, la diversificación turística y la apertura a nuevos mercados internacionales.
La reciente asistencia del INTI es un ejemplo concreto de cómo la articulación entre la ciencia y la investigación argentina, industria y territorio permite avanzar hacia una olivicultura más precisa, sostenible y competitiva a nivel global.