Todos los miércoles a las 17, en Aconcagua Radio (Fm 90.1), el Dr. Miguel Carlos Palmieri participa del espacio “Sexualidad ypareja ” dentro del programa Haciendo Cumbre. Con la conducción de Emiliano Serrano y Cecilia Zabala, la columna ofrece herramientas para repensar vínculos, con una mirada profesional, empática y accesible.
Intimidad, frecuencia y exigencias
Esta semana, el Dr. Palmieri hizo referencia a la frecuencia en las relaciones sexuales y se preguntó acerca de "qué cosa es la sexualidad y nos gusta hacer todos los días".
"La sexualidad tiene tres funciones: la reproductiva; la del placer, que es la mediada por la realización de las relaciones sexuales, hacer el amor o como quieran llamarle; y la tercera, que no está ligada al placer en sí, pero está relacionada al placer indirecto, que es la intimidad que nos da el compartir nuestro cuerpo, nuestra intimidad, más allá de que tengamos relaciones de penetración, coitales, genitales", explicó.
El especialista indicó que la tercera función es recomendada para cuando una persona tuvo un mal día. "Es abrazar un cuerpo entregando, a veces en silencio, la intimidad sin que tenga que tocar los genitales. Eso también es hacer el amor, son relaciones sexuales", indicó.
La sexualidad no es la misma en las metrópolis que en las provincias. Esto la gente lo tiene que entender, no porque seamos retrógrados, conservadores, sino porque la sexualidad tiene un condicionante cultural La sexualidad no es la misma en las metrópolis que en las provincias. Esto la gente lo tiene que entender, no porque seamos retrógrados, conservadores, sino porque la sexualidad tiene un condicionante cultural
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Menos presión y obligación
El Dr. Palmieri dijo que hay que quitar la presión sobre las relaciones sexuales y la intimidad. En el último tiempo, las consultas están relacionadas con la discronaxia sexual, se trata de una diferencia en los ritmos sexuales.
"Cuando se convierte en una obligación, cuando ponemos frecuencia por encima del placer, ahí sí se va a empezar a instalar una patología o disfunción. Pero la discronaxia en sí, que es la diferencia de los ritmos sexuales, es natural", explicó.
El sexólogo clínico resaltó que no hay una frecuencia o cantidad estipulada en las relaciones sexuales. También aclaró que la clave es la comunicación respetuosa.
Además, agregó: "Cuando uno que se conoce con el otro, en general el que tiene menos deseo, por todo el arsenal de cosas químicas que pasan, lo eleva. Entonces el que tiene bastante más, en general el hombre, encuentra que su pareja, en una pareja heterosexual, tiene más o menos la misma frecuencia; se acostumbra a que encontró a alguien con quien sintoniza. Al poco tiempo empieza a caer la frecuencia, entonces, ahí suena la alarma. No está mal, hay que poder hablarlo".