En una nueva ronda en la plaza San Martín, jubilados y pensionados se manifestaron contra el veto anunciado por Milei. Continúan los reclamos por medicamentos.
Este miércoles, la Plaza San Martín volvió a ser escenario de una manifestación cargada de indignación y bronca. La ronda número 73 de jubilados reunió a adultos mayores, pensionados, personas con discapacidad, gremios y organizaciones sociales para repudiar el veto que Javier Milei hará a las iniciativas que aprobó el Senado la semana pasada.
"La estamos pasando muy mal. Lo que se cobra es una miseria", expresó Hilaria, una jubilada que integra el Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados (MIJP). “Los que alquilamos, pagamos 200 mil pesos por mes. ¿Qué te queda? Nada”, manifestó en diálogo con Sitio Andino.
Desde JubyPen, Silvia Cardona cuestionó a los legisladores que no apoyaron el aumento de los haberes: “Lo que nos cayó bien fue la aprobación del proyecto en el Senado. Lo que nos molestó fue que solo una senadora por Mendoza lo apoyó. Parece que no tienen idea de lo que vivimos los jubilados”.
Esta jornada, el reclamo volvió a extenderse al PAMI. Cardona anticipó que la próxima semana llevarán un petitorio al organismo para pedir la reincorporación del sistema de entrega de medicamentos "Vivir Mejor": “No hemos recibido audiencias. Hay falta de atención médica, falta de medicamentos, turnos diferidos por meses. Nos estamos muriendo por falta de medicación”, sentenció.
La sanción de la ley de aumento jubilatorio y emergencia en discapacidad generó esperanza por unas horas, ya que se desvaneció rápidamente tras el anuncio del presidente Javier Milei, quien anticipó que vetará las iniciativas.
“El mismo día que se convirtió en ley, Milei salió a reírse diciendo que la iba a vetar”, lamentó Mónica Bascuñán, del Observatorio de Discapacidad, durante la concentración en el centro de la plaza.
“Está hablando de nuestra calidad de vida. Hay compañeros que se han muerto porque no pudieron cubrir tratamientos de salud. Algunos eran electrodependientes y murieron cuando les quitaron el subsidio de la luz”, denunció.
Para Rubén, otro de los presentes en la ronda, el veto representa parte de un plan mayor: “Cuando deterioran los sistemas, ya están logrando su objetivo. Es fácil cerrar empresas, hospitales, cortar pensiones. El problema es recuperarlo después”.
El ajuste nacional no solo se siente en los sueldos y recortes, sino que también se refleja en la obligación de muchos jubilados de volver a trabajar o tomar deuda para subsistir. “Yo trabajo porque no me alcanza. Pago alquiler, impuestos, y no llego. Hay que salir a la calle con frío o con lluvia”, dijo Hilaria, que trabaja como vendedora ambulante.
Según Silvia, no es inusual que adultos mayores comenten a JubYPen sobre esta realidad: “Muchos deben hacer changas o retomar sus oficios. Si fueron herreros, vuelven a hacer rejas; si eran carpinteros, arreglan muebles. Y encima soportamos los insultos del presidente, que nos llama 'viejos meados' y dice que somos privilegiados”.
La devaluación también profundiza la emergencia. “El ministro de Economía dice que ganamos 900 mil pesos, pero el 50% cobra 300 mil o menos”, agregó Cardona. “Viven en una realidad paralela”, completó.
Pese al cansancio, el frío y la edad, los asistentes no bajan los brazos. “No hay hartazgo. Cada vez se suma más gente”, afirmó Cardona. Asimismo, anunciaron una nueva movilización para el próximo miércoles, y un reclamo unificado bajo la Multisectorial.
“Nos están bombardeando por todos lados: la salud, la comida, la jubilación, los medicamentos”, resumió Hilaria. Y concluyó: “Estamos todos mal, desde los niños hasta los mayores. Por eso nos unimos, para que se escuche lo que está pasando”.
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