El déficit habitacional en la clase media y la permanente ilusión de la casa propia
La clase media tiene innumerables trabas para acceder a una casa en cuotas acordes a sus ingresos. Cubrir el déficit habitacional es una misión urgente.
La demanda es cada vez mayor y son escasas las respuestas.
El déficit habitacional es un drama que afecta a miles de mendocinos. Pero, en general, es la clase media la que menos posibilidades de acceder a la casa propia tiene. Por imposibilidad de lograr los ahorros necesarios, falta de acceso al crédito privado o los escasos programas que se ofrecen desde el Gobierno para que puedan comprar viviendas en cuotas; cada vez que aparece una oportunidad para que este sector acceda al financiamiento para comprar una propiedad las consultas desbordan.
Días atrás dimos cuenta de la gran cantidad de interesados en el proyecto inmobiliario por que el que se construirán casi 500 departamentos en cercanías del Parque Central, en un terreno donado por la Municipalidad de Mendoza. Estas unidades apuntan a la clase media y ofrecen una posibilidad acotada: el financiamiento. En pocos días el desarrollador recibió cientos de consultas al respecto, y lo que aplica es el dicho popular: "para muestra sobra un botón".
Y es así, la clase media vive una situación crítica por tener innumerables trabas para acceder a una casa en cuotas acordes a sus ingresos. Porque sucede que las viviendas sociales, que son muy accesibles en comparación con las que se comercializan en el sector privado, no están destinadas para este segmento; pero en muchos de los casos en los que dicen apuntar a la clase media las cuotas o adelantos que exigen están lejos de las posibilidades de estas familias.
En esta nota nos centramos en la situación de la clase media, sin desconocer la alta necesidad de viviendas para los sectores vulnerables, que no es atendida de forma integral.
Así, la degradación es cada vez mayor, y sumado a los altos precios de los alquileres (recordemos que la actualización de septiembre es de 64,67%) llevan a que se opte por situaciones que no son las ideales ni óptimas y conllevan otras problemáticas, como el hacinamiento o pérdida de calidad de vida. Muchas parejas con hijos (o solas) deciden mudarse a la casa de los padres, de los suegros, construir un departamento en condiciones irregulares, por dar ejemplos de algunas de las "salidas" que encuentran frente a esta crisis habitacional y económica. A esto se suma que quienes pagan alquiler deben destinar grandes sumas por lo que ahorrar o hacer frente a una cuota hipotecaria es casi una misión imposible.
Según estimaciones del Gobierno de Mendoza, que no son actuales, en Mendoza la demanda de casas es de 130.260 , esto incluye casas nuevas y remodelaciones. Pero, claro, el dato no es preciso ya que están basados en el último censo (2010), por lo que deberá esperarse a los resultados del Censo 2022.
Las opciones que ofrecían antiguamente el banco Hipotecario, el Instituto Provincial de la Vivienda o el Fondo Nacional de la Vivienda (FONAVI) ya no existan como tales y las opciones van siendo cada vez más restringidas. También se debilitaron las ofertas de las cooperativas o mutuales que supieron dar oportunidades al respecto.
La inflación que eleva las tasas de los créditos, el poder adquisitivo de los sueldos afectados por el contexto y políticas públicas insuficientes llevan a esta situación por la que hoy atraviesas estas más de 130.000 familias mendocinas. Con las condiciones económicas actuales, las perspectivas no son muy buenas. Los salarios han perdido poder adquisitivo y no hay capacidad de ahorro. Mucho menos si se está pagando un alquiler, situación en la cual se vuelve prácticamente imposible.
El sueño de la casa propia se puede hacer realidad desde el cooperativismo, afirman.
"En cuatro días recibimos más de 250 mails, sin siquiera haber hecho ninguna acción comercial, eso nunca nos había pasado. Por un lado esto es un indicador de la falta de acceso a la vivienda propia para la clase media y el déficit habitacional que tiene la Provincia", consideró el director comercial de Criba, la empresa que desarrollará el nuevo complejo de departamentos para la clase media en Mendoza, para lo que la Municipalidad de Mendoza. Esto es un simple ejemplo que da cuentas de la situación actual.
Así, con una demanda cada vez mayor y escasas respuestas, lleva a razonar que si desde el sector público no se fortalece la política habitacional, el número irá in crescendo. En 20 años, se entregaron por parte del IPV poco más de 32.000 casas, con lo cual si se replicara ese número y se mantuviese el déficit (lo cual es imposible), se necesitarían casi 80 años para cubrir la demanda actual.
Pero estos datos son hipotéticos ya que las entregas de casas han presentado muchas variaciones, con picos en 2004, cuando se entregaron 3.300 casas y en 2006 con 3.612. El resto de los años de las últimas dos décadas fue significativamente inferior, pero los más bajos fueron el 2016 cuando apenas se entregaron 352 casas, 2019 fue el peor con 90 casas entregadas, el 2020 con 846, el 2021 con 795. En la década anterior, el peor año fue el 2009, cuando se entregaron 1.021, menos de la mitad del año anterior.
Entrega de Viviendas Las Heras, IPV.jpg
Foto: Prensa Gobierno de Mendoza
En tanto, en los últimos meses desde el Instituto Provincial de la Vivienda lanzaron distintas líneas tendientes a cubrir las necesidades de la clase media, que se suman a las otras que apuntan a sectores vulnerables; como "IPV Mi Casa", que contempla la demanda habitacional de sectores de ingresos medios, mediante la construcción de conjuntos habitacionales ubicados en zonas urbanas, con la participación del sector público y privada; o "Construyo Mi Casa", que es la continuación de "Ahorro Previo" y atiende la demanda habitacional de personas solas y/o grupos familiares con capacidad de ahorro, que apunta a créditos para la construcción y/o terminación de una vivienda en el terreno que disponga el interesado.
A esto se suma el ProCrear, desde la Nación; mientras que a nivel municipal solo Las Heras ofrece un plan: "Mi casa, mi vida", siendo el primer municipio que toma esta necesidad y ofrece una alternativa, bajo la modalidad público-privada. En la primera etapa se adjudicaron 108 casas, ubicadas en calle Pedro Pascual Segura, pegado a la Capilla Histórica El Plumerillo. Son viviendas de 2 y 3 dormitorios, con 54 y 65 metros cuadrados respectivamente con posibilidades de ampliación.