Aprovechando que la Suprema Corte de Justicia de la Nación Argentina todavía no dictó ninguna cautelar prohibiendo leer el domingo o escribir los sábados aprovecharemos para reflexionar un poco junto a ustedes de una semana que se promete caliente, inflación y elecciones 2023 mediante.
Mientras todos miran a los supremos con algún aire de preocupación porque crece la incógnita de hasta dónde pretenden avanzar (sobre todo después de la inédita clase de "economía constitucional" del Presidente de la Corte) hoy cuatro provincias concurren a las urnas mientras el equipo económico y parte del gabinete nacional terminan (según se dejó filtrar) una serie de medidas que intentarían controlar la disparada escandalosa del IPC. La pregunta es por qué ahora y no antes.
Quizás la explicación haya que buscarla en el abandono que hizo la política de la situación, desde hace mucho tiempo, dejando a gusto y conveniencia de cada sector su actuación en cada momento de la Argentina. El Gobierno de Mauricio Macri recibió la Argentina con una inflación del 25 por ciento y lo entregó con 50. Alberto Fernández la llevó a 100. Ambos duplicaron el valor del IPC con el que recibieron la economía, ambos por derecha y centro se caracterizaron por hacer abandono de la acción política en contextos diversos pero tuvieron los mismos resultados; duplicación de los índices inflacionarios.
Lo pasado pisado; Lo que realizó como acción de gobierno Mauricio Macri no tiene vuelta atrás, lo de Alberto Fernández tampoco. Pero quedan 8 meses aun de gobierno enmarcado en un proceso electoral que complica aún más la cosas. Los índices alcanzados y el comportamiento de algunos sectores como indumentaria, hotelería y gastronomía y por supuesto alimentos demuestra que no es tiempo de tibios. La política de Mauricio Macri de pintar la cancha y dejar que jueguen no dio resultado, la de Alberto Fernández de “matarlos a diálogo” -como se bromea en los corrillos políticos- tampoco.
Entonces cuál es una posible solución: Fortaleza política y control real para el cumplimiento efectivo de la leyes. Aquí también se necesita una rápida y activa reforma del Estado para que invierta más en operatividad y terreno que en burocracia interminable que solo acumula papeles y reclamos. De qué sirven las app, teléfonos y mail para hacer denuncias si después el consumidor ve que no pasa nada.
La participación de la sociedad también es política y al igual que pasa en los países desarrollados, que todos alabamos cuando charlamos en las colas del supermercado, el comportamiento de los consumidores es fundamental para el control y autocontrol de las empresas. Claro que ese control mediante el consumo se puede dar cuando el bolsillo permite elegir. En Argentina una parte importante de los ciudadanos y ciudadanas consumidores apenas pueden elegir. La situación de los ingresos limados en forma permanente por la inflación (que no volveremos a comentar hoy) limita muchísimo esa acción de elegir. Son enormes los grupos sociales que compran donde pueden, donde les fían o donde dan una cuotita más con la tarjeta, mientras desde el otro lado del mostrador la situación de abuso del poder dominante crece y crece.
Una importante entidad de estudios económicos está trabajando (a pedido de un funcionario) en un paper que traza la correspondencia de aumentos de productos de primera necesidad desde verduras hasta shampoo con los anuncios de incrementos en jubilaciones y AUH. Los resultados prometen que son escandalosos, veremos si lo dan a conocer públicamente.
La conclusión es una ¿la política dónde está?
Con el telón de fondo de la inflación y la intromisión de la Corte donde no le corresponde (no importa cuando leas esto) hoy votarán cuatro provincias: La Pampa, Salta, San Juan y Tierra del Fuego. Lo más probable que está noche la oposición y los medios concentrados se vuelvan a pegar contra la pared y descubran (por enésima vez) que las realidades provinciales nada tienen que ver con la centralidad porteña y probablemente los cuatro oficialismos provinciales revaliden sus títulos.
La única incógnita es San Juan. Se sabe que se votará para todos las categorías menos para gobernador. Cómo afectará la polémica cautelar de la Corte es lo que queda por revelar. Será como cree la oposición provincial y nacional que será a su favor o llevará a los sanjuaninos a volcar su apoyo mayoritario al sector del candidato “proscripto” y en general al PJ.
Como siempre la respuesta es política… Todo es política.