En la primera audiencia del juicio que se sigue por el crimen de Tomás Santillán, el niño de 9 años asesinado a golpes en la ciudad de Lincoln, el testimonio de un primo y compañero de colegio, de su misma edad, complicó al principal acusado, Adalberto Cuello, al señalar que el hombre merodeaba la escuela a la que concurrían y los habría amenazado antes del hecho.