Fijado el 21 de septiembre de 1941 -a raíz de la fundación de la Obra Social de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad Argentina- hoy se conmemora el Día de la Sanidad, fecha que celebra la tarea cotidiana de los trabajadores de la salud en nuestro país. En este año, tan particular, su labor se potenció y se transformó en pilar en la lucha contra la pandemia del coronavirus.
Entre los trabajadores de la salud hay una gran diversidad. De médicos y enfermeras al personal que prepara y sirve los alimentos en un hospital. De un trabajador de saneamiento a un ingeniero electrónico. Del que atiende al familiar de un enfermo en el servicio de información al dependiente de una farmacia. Todos son trabajadores de la salud, y requieren pasar una etapa de formación profesional o capacitación, muy breve y tal vez elemental o muy larga y compleja.
Las técnicas que cada uno necesita aprender son muy distintos, pero algo común para todos, sin lo que no serán trabajadores integrales, aunque tengan títulos académicos o certificado de aptitud laboral, son ciertas cualidades que debe distinguir a los trabajadores de la salud: la ética y la formación al servicio del ser humano, que pueden ser toda una misma y única cualidad.
La formación profesional, los conocimientos y habilidades del que deberá aliviar, curar y rehabilitar, detener una epidemia, higienizar una comunidad, promover salud y prevenir enfermedades es vital en la estructura de atención de salud.