Gobierno recibe a la cúpula de Coviar y se prueba como árbitro del litigio con Bodegas de Argentina
A menos de 48 horas de desatarse el conflicto que fracturó a la Coviar, las reuniones entre funcionarios y dirigentes de las cámaras vitivinícolas ya empezaron. El Gobierno provincial tomó cartas en el asunto, aunque sin hacerse cargo del pedido de intervención de la Corporación planteado por la saliente Bodegas de Argentina, para "salvar la institucionalidad" de la industria del vino.
"Aspiramos a la unidad de la vitivinicultura y trabajamos para eso. Esta situación no ayuda para tener interlocutores válidos", admitió el subsecretario de Industria y Comercio, Sergio Moralejo, quien junto al ministro de Economía Enrique Vaquié recibió al mediodía de este lunes a la cúpula de Coviar, liderada por su flamante presidente, José Zuccardi, en Casa de Gobierno.
Para intentar soldar la grieta, al Ejecutivo provincial no le sobra tiempo: en 10 días será Vendimia, y con ella el Desayuno de Coviar y el Agasajo Vendimial organizado por Bodegas de Argentina. Dónde y cómo pararse a la hora de los esperados anuncios, y sobre todo en qué ámbito habrá presencia asegurada de funcionarios nacionales son cuestiones a resolver en un clima enrarecido, pero también evitar múltiples voces que busquen hacerse escuchar en los despachos de Buenos Aires.
Hasta entonces, las llamadas y los encuentros serán frecuentes, porque desde la cartera de Vaquié ya recogieron los planteos de uno y otro lado. Relativizan, dado el dificil contexto macroeconómico, el pretendido fracaso del Plan Estratégico Vitivinícola (Pevi) 2020 que señala Bodegas, tanto como piden correcciones para el 2030 y sobre el funcionamiento de la Corporación.
Para Eduardo Sancho, de Acovi y presidente de Fecovita "el Gobierno ha participado de las reuniones, y estamos de acuerdo con acercar las partes. Pero no con la intervención, es una locura cuando nada se ha hecho fuera de la ley". Pero además el directivo se mostró crítico de los motivos que llevaron a BA a "romper lanzas".
"Hubo planteos y también calumnias, como que Coviar se politizó casi hasta ser un partido, y que la reformulación del Pevi ya está cerrada, cuando se trabajará hasta octubre. La ley de creación del Pevi y Coviar salió con participación de Bodegas de Argentina, pero detrás de esta decisión hay un cambio ideológico radical respecto a la postura que tenían: ahora no quieren a la Coviar" se explayó Sancho.
La falta de consenso en BA
Entre los argumentos expuestos internamente para uniformar la postura de las firmas asociadas a BA aparecen al menos 2 de peso: que Bodegas tenga un voto diferencial, esto es, con más poder para inclinar la balanza a la hora de votar decisiones en la Corporación, algo rechazado de plano. Además, el propósito de administrar la caja de Coviar, para reconducir sus recursos con otro criterio, lo que también obtuvo un no "por tratarse de un articulador del Pevi, no mero recaudador y pagador".
Por eso, lo que parecía un comunicado con respaldo monolítico, aunque salió igual resultó no tenerlo. Es que de los 180 bodegas asociadas a Bodegas de Argentina, que durante la mañana del lunes también mantuvieron un encuentro para seguir de cerca la evolución de las negociaciones, algunas se mostraron en desacuerdo con la renuncia a Coviar en esos términos. Así lo reconocieron quienes saben cómo se gestó la decisión a Sitio Andino.