La gran cantidad de pérdidas de producción agrícola provocada por la caída de granizo en extensas zonas de la provincia obligan a analizar si los daños podrían haberse evitado o no y de qué forma se realizó el trabajo de lucha antigranizo durante el fin de semana.
Por esto, SITIO ANDINO entrevistó al director de Contingencias Climáticas de la provincia, Raúl Besa, quien defendió el desempeño de su área durante las tormentas y declaró que Ni aunque tuviéramos 100 aviones podríamos eliminar los daños por granizo.
En ninguna parte del mundo, ni con las mejores tecnologías, se consigue una eficacia tal como para erradicar una tormenta. Mendoza está muy cerca de los mejores porcentajes que se consiguen de eficacia en Europa o Estados Unidos, explicó Besa.
En Mendoza son 3 las unidades aéreas con las que se cuenta para sembrar las nubes, un número que para el funcionario a cargo essuficiente, ya que comprar y mantener más aviones sería poco conveniente teniendo en cuenta los altísimos costos y los escasos puntos porcentuales que podría disminuirse el daño.
Según Besa, a modo de ejemplo, durante el fin de semana un gran cúmulo se generó sobre Luján de Cuyo y se movilizó hacia el Este, afectado importantes extensiones plantadas en Palmira y San Roque. Gracias al trabajo de los aviones antigranizo, el daño que la tormenta publicó fue inferior al 25%, cuando según los cálculos oficiales si no se hubiesen realizado las acciones correspondientes los prejuicios podrían haber ascendido a entre el 80 y 90% de los cultivos.
Si nuestra área no realizara el seguimiento y la lucha de las precipitaciones los daños serían, en promedio, casi el triple que lo que se obtiene luego de una granizada. Lo del fin de semana fue difícil, pero sin los aviones podría haber sido desastroso, destacó el director de Contingencias Climáticas.
No obstante, Besa reconoció que hacen falta algunas inversiones, sobre todo el radares, que ayudarían al monitoreo y seguimiento de las nubes, aunque afirmó que en los últimos 4 años los avances en capacitación del personal están dando frutos positivos que se traslucen en la disminución de porcentaje de daños con respecto a la media anual.