Mascota: el problema silencioso que podría estar afectando a tu gato
Las infecciones urinarias en gatos son más comunes de lo que imaginás. Descubrí cómo identificarlas y qué podés hacer para ayudar a tu mascota a recuperarse.
Mascota: el problema silencioso que podría estar afectando a tu gato
Las infecciones urinarias en gatos son una afección frecuente, especialmente en animales mayores o con dietas inadecuadas. Este problema puede causar mucho dolor e incomodidad en tu mascota, además de riesgos serios para su salud. Aunque no siempre es fácil detectarlas, prestar atención a ciertos signos es clave para actuar a tiempo y evitar complicaciones mayores.
Los gatos son expertos en ocultar su malestar, pero hay comportamientos que pueden alertarte. Los síntomas más comunes incluyen: dificultad para orinar, sangre en la orina, maullidos al usar la bandeja y orinar fuera del arenero. También es posible que notes un aumento en la frecuencia de micción, aunque en menor cantidad, o que tu gato se lama excesivamente la zona genital.
Mascota: el problema silencioso que podría estar afectando a tu gato
Cómo curar una infección urinaria en gatos
La primera y más importante acción es llevar a tu gato al veterinario. Este especialista podrá realizar un diagnóstico certero y recetar el tratamiento adecuado, que generalmente incluye antibióticos o antiinflamatorios. Además, es fundamental asegurarte de que tu gato coma, ya que los ayunos prolongados pueden afectar su recuperación y agravar la infección.
El alimento húmedo es una excelente opción durante este periodo, ya que aporta hidratación adicional y es más fácil de consumir para un gato convaleciente. También podés ofrecerle agua fresca y limpia en diferentes puntos de la casa para fomentar su consumo.
Otras recomendaciones para aliviar a tu gato
Además del tratamiento médico, hay medidas complementarias que podés implementar:
Mantené la bandeja limpia: esto ayuda a evitar que el gato asocie el dolor con su arenero y prefiera orinar en otros lugares.
Controlá su estrés: factores como cambios en el entorno o peleas con otros gatos pueden agravar la afección. Ofrecé un ambiente tranquilo y seguro.
Fomentá la hidratación: podés probar con fuentes de agua, que suelen llamar la atención de los gatos, o incluso añadir un poco de caldo sin sal a su dieta.
Recordá que el cuidado de tu mascota es una responsabilidad diaria. Detectar y tratar a tiempo una infección urinaria puede marcar la diferencia en su calidad de vida. Ante cualquier duda, siempre consultá con un veterinario./Mundo deportivo.