El cerezo es un árbol frutal muy apreciado en la jardinería mendocina, ya que combina belleza ornamental con una cosecha deliciosa. Si bien su cultivo requiere paciencia, con algunos cuidados especiales es posible adelantar la fructificación y disfrutar de cerezas más rápido de lo esperado. Para quienes aman las plantas, es una experiencia tan práctica como gratificante.
Cuándo y cómo plantar un cerezo
En Mendoza, donde el clima seco y templado, favorece el cultivo del cerezo. La mejor época para plantar un árbol con raíces descubiertas es a finales de invierno, cuando el suelo comienza a calentarse. Si se compra en maceta o cepellón, puede trasplantarse casi todo el año, evitando los picos de calor del verano y las heladas intensas.
Plantar desde semilla, un proceso más lento y delicado.
Adquirir un ejemplar joven en vivero, lo que garantiza un desarrollo más rápido y confiable.
Para quienes buscan resultados en menos tiempo, lo recomendable es optar por plantas injertadas de variedades adaptadas al clima local, que además aseguran una mejor calidad de fruto.
árbol de cerezas en flor, jardinería
Cuidados esenciales del árbol
El cerezo necesita un suelo fértil, profundo y con buen drenaje. Evitar los encharcamientos es clave para prevenir enfermedades de raíz. En zonas de Mendoza con terrenos muy arcillosos, conviene mezclar tierra con arena y compost para mejorar la estructura.
El riego debe ser regular, especialmente en los primeros años. Un árbol joven que recibe agua suficiente crece más vigoroso y alcanza antes la etapa productiva. No obstante, el exceso de humedad puede afectar la floración, por lo que es importante lograr un equilibrio.
La poda también cumple un rol central: eliminar ramas débiles o cruzadas favorece la entrada de luz y aire. Una buena poda estimula la floración y, en consecuencia, una cosecha temprana y abundante.
Consejos de jardinería para acelerar la cosecha
Quienes quieren obtener cerezas en tiempo récord pueden aplicar algunas estrategias:
Elegir variedades tempranas, como Burlat o Early Lory, que fructifican más rápido.
Asegurar polinización cruzada, plantando al menos dos variedades compatibles.
Abonar con compost orgánico y potasio, nutrientes que fortalecen la floración.
Proteger las flores de heladas tardías, cubriendo el árbol con manta térmica si es necesario.
racimo de cerezas, jardinería
Con estos cuidados, es posible comenzar a cosechar frutos en apenas 3 o 4 años, cuando normalmente el cerezo tarda entre 5 y 7. La combinación de técnicas adecuadas y un buen manejo del suelo es la clave del éxito.
Cultivar un cerezo en Mendoza es una apuesta segura para quienes aman las plantas y la jardinería. Con la elección correcta del árbol, un riego equilibrado y podas estratégicas, la cosecha de cerezas puede adelantarse notablemente y convertirse en un placer al alcance de cualquier jardín local.