El gobierno de Javier Milei y sus ministros, Luis Caputo y Federico Sturzenegger, siguen convencidos de que la forma de bajar los precios es destruyendo la industria nacional y abriendo las importaciones, no solo desde el punto de vista burocrático, sino también en términos de costos.
En las últimas horas, el Ministerio de Economía publicó un decreto de reducción de aranceles de importación para una amplia lista de productos, con el objetivo de "incrementar la competencia" y así lograr una baja en los precios al consumidor.
Ya explicamos en Sitio Andino que esta no es una mecánica lineal, y la posibilidad de que la baja de precios sea significativa es muy relativa. El gobierno ya tiene en sus manos la primera evidencia de que reducir aranceles y tributos de manera importante para las importaciones no se traduce en una baja significativa en los precios finales para los consumidores: la reducción del Impuesto PAIS.
¿Por qué la reducción del Impuesto PAIS no impacta en los precios?
La reducción de 10 puntos en el Impuesto PAIS, decretada por el mismo gobierno de Javier Milei, y que los formadores de precios trasladaron rápidamente al consumidor, ya lleva más de un mes sin mostrar ningún impacto.
En el anuncio de la medida, Luis Caputo había instado a las supermercadistas —con quienes se había reunido previamente para anticiparles la medida— a que reflejaran claramente en los precios la disminución de la alícuota del 17,5% al 7,5%. “Que se note”, les dijo el ministro en aquel encuentro. Sin embargo, como dice el dicho popular, el poncho no aparece.
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El ministro Luis Caputo con las supermercadistas durante el anuncio de la baja del impuesto PAIS que no llegó a los precios
Empresarios y CEOs del sector aseguran que uno de los factores clave es la caída en el consumo. En septiembre, según la consultora Scentia, se registró un verdadero desplome interanual del 22,3% a nivel nacional, un 14,1% en el Área Metropolitana de Buenos Aires y un 27,3% en las provincias. De esta manera, en los primeros nueve meses del año, la caída del consumo acumula un 11,9% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Baja rotación limita la reducción de precios
En el sector aseguran que esta situación afecta la rotación de productos, lo que implica que gran parte de los artículos en venta fueron adquiridos o producidos cuando la alícuota del Impuesto PAIS aún era del 17,5%, lo que limita la posibilidad de reducir los precios de manera inmediata.
La excusa es poco convincente, ya que cuando los precios suben, lo hacen incluso sobre productos que ya están en stock, argumentando que deben prever los costos de reposición. Podrían hacer lo mismo ahora, previendo que cuando repongan los productos lo harían a un precio menor.
Especulación en los precios: un factor influyente
Sin embargo, se sabe que la inflación y la fijación de precios no son únicamente fenómenos monetarios, al menos en Argentina, sino que están influenciados por una gran cantidad de factores, entre ellos, la especulación.
Desde el sector industrial estiman que, debido a esta lenta rotación, los efectos de la rebaja del impuesto no se verán hasta 2025, una forma elegante de patear el problema hacia adelante y sugerir que nunca llegará.
Los importadores también presentan su argumento y aseguran que "se importa poco porque se vende poco". Además, destacan que, aunque los productos que ingresan ya reflejan la nueva tasa, el impacto en los precios es limitado. El peso de las importaciones en el precio final de la mayoría de los productos es de alrededor del 10%, lo que significa que las rebajas no superarán el 3% o 4%.
Las pruebas parecen acumularse y, como ya ocurrió en Argentina, es muy probable que asistamos nuevamente a la destrucción de la industria nacional en favor del trabajo extranjero, sin que los precios bajen significativamente.