Te contamos cómo vive hoy la familia de Vicente Pignata en General Alvear y cómo fue la llegada del acusado, hoy prófugo, a Bowen.
La finca donde se ocultó Pignata durante años, en General Alvear.
La decisión de la justicia de Santa Fe de decomisar un campo en Bowen, General Alvear, propiedad del narcotraficante Vicente Matías Pignata, causó revuelo en el sur provincial, donde el sospechoso es recordado por sus inversiones y hasta ayudas que realizaba con sus vecinos.
Es que lo que se sabía en rumores de barrio se oficializó con la confiscación de uno de los campos del señalado y ahora todos se preguntan qué es de la vida del sospechoso, quien está prófugo desde el 2019 en el marco de una causa por lavado de activos producto de la venta de estupefacientes.
SITIO ANDINO estuvo en la finca incautada por la justicia, ubicada en el cruce de Ruta 213 y Calle Pública O de Bowen, General Alvear. El predio de más de 7 hectáreas está preparado para el cultivo de más de 7.000 plantas de frutales y es conocido por todos los habitantes de la zona.
En ese sentido, los vecinos afirman que Pignata le daba trabajo a al menos 20 personas para dicho cultivo.
Al mismo tiempo, elaboraba frascos de mermelada a modo de proyecto personal. Luego lo comercializaba entre los vecinos.
Actualmente, quien cuida el campo es el padre del sospechoso, quien decidió venir a vivir a Mendoza hace tres años. El objetivo, según contó, era cuidar las propiedades de su hijo luego de que este “desapareciera”. Junto a él está su nieto -hijo de Vicente-.
El hombre, quien prefirió no ser filmado ni fotografiado, aseguró que desconoce el paradero de su hijo y juró no tener ningún tipo de contacto con él. Explicó que admite la vida de su hijo vinculada al narcotráfico y hasta admitió que hay una hipótesis de que el sospechoso está en un país limítrofe.
Lejos de esconderse, los Pignata viven una vida con total normalidad en General Alvear. Incluso, hasta hace algunos años, el ahora prófugo frecuentaba el centro del departamento. “Tomaba café en un local del centro”, contó una fuente consultada.
En ese sentido, vecinos de la zona lo identifican como “el santafesino” y aseguran que era una persona querida en el departamento.
Para los bowenses, Pignata era una persona que llegó a invertir en el distrito y algunos vecinos que dialogaron con este diario destacan que el ahora prófugo “nunca ostentó sus bienes”. Incluso, contaron que el acusado ofrecía empleo y les prestaba plata a algunos vecinos que necesitaban dinero.
Por el contrario, fuentes judiciales santafesinas admitieron a este diario que "nunca estuvieron tan cerca de atraparlo como cuando estuvo en General Alvear".
Los investigadores recibieron el dato de que Pignata estaba en el sur de Mendoza y sabían que, a veces, se hacía pasar por su hermano.
Viajaron detectives y policías. Hasta obtuvieron fotos suyas para confirmar que era él, pero el acusado logró escapar. "Por las características de la zona era muy difícil atraparlo", explicó una alta fuente judicial ligada a la causa.
Los Pignata están instalados en General Alvear. Lejos de Santa Fe, donde su familia es muy conocida (y hasta perseguida según ellos), encontraron en Mendoza un lugar para vivir “con tranquilidad”.
En medio del campo, a escasos kilómetros de un pueblo de 30.000 habitantes, la familia de Vicente Pignata espera volver a ver al acusado. Para ello, deberán esperar, al menos, que caduque la investigación penal en su contra.