Estas declaraciones confirmaron que existió un plan sistemático de represión
A una semana de que finalicen las declaraciones de testigos y víctimas de delitos de lesa humanidad, te mostramos los testimonios que permitieron demostrar el más perverso plan de torturas y represión que existió en la provincia.
A siete largos meses del comienzo y a poco menos de dos del final del segundo juicio por delitos de lesa humanidad que se realiza en la provincia y donde se escucharon los más crudos relatos de aquellos que fueron víctimas de secuestros, torturas y violaciones durante la última dictadura militar, acá te mostramos las declaraciones más dolorosas y esclarecedoras de la causa.
Las palabras contundentes de Fernando Rule, un ex detenido y uno de los primeros testigos en declarar, permitieron abrir el camino que confirmaba lo que muchos sospechaban: que en la provincia existió un plan sistemático de represión y violación contra los detenidos políticos.
Sus desgarradoras palabras produjeron consternación, en principio, en la sala de debate, cuando afirmó que las violaciones eran reiteradas, esto es 20 veces por día, hay compañeras que las violaban cada veinte minutos, en sus celdas, en los pasillos y en la sala de interrogatorios. Todas las personas que trabajaban en el D2 son responsables y partícipes de estos hechos, incluyendo al jefe del D2".
Este horror luego sería reafirmado con la declaración de Rosa del Carmen Gómez, apenas llegué al D2 conocí lo que era la picana. Desde el primer día me torturaron y manosearon. Después de las torturas nos llevaban a la celda y un policía se quedaba en el calabozo y nos violaba. Prefería que me torturaran y que no me violaran. Reconozco el olor de cada uno de los que me violó.
Silvia Ontivero era militante montonera y detenida junto a Rule y a su pequeño hijo de 4 años Alejo, con admirable entereza declaró que fuimos sometidos a todo tipo de torturas, a las mujeres nos violaban varias veces al día, era una situación indigna. Cuando fui detenida estaba embarazada y a causa de la picana sufrí un aborto.
El emocionado relato de David Blanco, quien pudo contar frente al Tribunal por primera vez su historia, permitió conocer la humillación a la que fueron sometidos los detenidos políticos: Durante las sesiones de tortura recibí electricidad en las encías, los genitales y el ano. En esos momentos uno desea su propia muerte por el sufrimiento que está recibiendo. Ésta es la primera vez que cuento lo que padecí, nadie puede saber lo que es sufrir una vejación si no la ha vivido. Ahora lo relato porque no quiero que esto vuelva a ocurrir nunca en esta especie de Holocausto argentino dijo el reconocido artista y militante por los derechos humanos dos meses antes de morir.
Pero los relatos también permitieron identificar a los supuestos responsables del terrorismo de Estado. El caso de Luz Faingold es un claro ejemplo, quien por medio de su declaración confirmó la complicidad de la Justicia en estos delitos.
Faingold relató que el camarista Otilio Romano abrió mi celda cuando yo estaba durmiendo, y como pensé que era abogado creí que me iba a sacar, pero lo único que hizo fue mirarme y después cuando me acerqué me cerró la puerta.
Eduardo Smaha, otro de los imputados, también fue reconocido por la ex detenida política al relatar que un día llegó, se sentó en mi celda y me preguntó cómo estaba si me sentía mejor, no sabía que responderle.
En tanto, durante la causa por el fusilamiento de Francisco Urondo y la desaparición forzada de su esposa Alicia Raboy, declaró la única sobreviviente mayor del día de la emboscada: Reneé Ahualli.
La mujer, con la memoria intacta, contó cómo fueron los últimos minutos de vida de Urondo, su desesperada huida y la entrega de la cita.
Ellos seguían disparando y los teníamos atrás, y nosotros ya no teníamos más municiones. Por eso, supongo, Paco tomó la decisión de frenar el auto y bajó, dándonos ventaja para que nosotras huyéramos, dijo Renné, quien además confirmó que Paco les dijo que se había tomado una pastilla de cianuro, la que solían llevar las cabezas de Montoneros en caso de ser atrapados por la Policía, aunque posteriormente la autopsia revelara que murió como consecuencia de un fuerte golpe en su cabeza.
Fui a ver la tumba de mi papá una vez, pero siento muy hondo que a su lado falta mi mamá dijo Ángela Urondo, hija de Paco y Alicia, y quien con tal sólo 11 meses iba en el auto que fue emboscado por la Policía.
Los primeros días de agosto comenzarán los alegatos contra los siete represores acusados. Se trata del ex jefe de Inteligencia de Ejército Paulino Enrique Furió, el subcomisario Celustiano Lucero, Luis Alberto Rodríguez y Eduardo Smaha, el ex general de Brigada, Mario Ramón Lépori; el comisario Juan Agustín Oyarzábaly el capitán Dardo Migño.